l igual que las personas, los animales pueden sufrir de albinismo, una alteración genética que se caracteriza por la carencia de la pigmentación de la piel, el pelo y ojos. Son seres que necesitan de algunos cuidados especiales.
“Yo no sabía que mi perro era albino, no sabía que era ciego, no sabía que era sordo”, dice Patricia Burgos, propietaria de Tayro.
Habla de su mascota, que nació en un criadero de pastor australiano y, tristemente, cuando se dieron cuenta de que tenía un defecto genético lo iban a sacrificar. Tayro no cumple con los estándares de su raza, ya que es albino.
“No solo las personas pueden padecer de albinismo, todas las especies del reino animal lo pueden tener, incluidas nuestras mascotas, los perros y los gatos”, explica Paola Andrea Lozano, médica veterinaria y dermatóloga.
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No es una enfermedad, es una condición genética que los hace a ellos especiales.
“Se expresa como una falta de melanina y esta falta de pigmentación se puede ver reflejada en todo el organismo”, indica Miguel Ladino, médico veterinario y oftalmólogo.
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Pero los dos aspectos más vulnerables en un animal albino son: la visión y la piel.
“Por ejemplo en piel, son aquellos pacientes que vemos sin pigmentación en la trufa nasal, el contorno de los ojos y el contorno de las bocas, los pulpejos o almohadillas, en la piel y el pelo”, subraya Lozano.
Cuidados especiales
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Los animales albinos son mucho más sensibles a la radiación solar, por tanto, las quemaduras, los tumores y el cáncer de piel suelen ser más frecuentes en estos animales, por esa razón, hay que tomar precauciones.
“En estos pacientes como no hay producción de melanina, la luz llega a la piel de manera directa, generando daños bien complicados. Una mascota debe tener el tiempo para socializar caminar, hacer ejercicio en caso de los perros, pero este tiempo debe ser limitado y debe ser en los momentos en que el sol no esté dando muy fuerte y la radiación no sea muy alta”, recomienda la médica veterinaria.
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En cuanto a los gatos, “por su comportamiento deben ser ubicados los gimnasios frente a las ventanas para que tengan contacto con el exterior, pero eso implica que debemos tener una cortina y que esos tiempos de contacto con el exterior sean también limitados”, agrega la dermatóloga.
Además, sus ojos son ultrasensibles porque la zona pigmentada de la retina se encuentra menos desarrollada y la falta de pigmentación en el iris permite que entre más luz de lo normal, lo que reduce la visión y provoca fotofobia.
“Entonces son pacientes que pueden ya nacer con problemas visuales. Debemos realizar un proceso de acostumbramiento y explotar otros sentidos que ellos tienen mucho más desarrollados, como por ejemplo el olfato”, detalla Ladino.
El veterinario explica que también pueden sufrir problemas auditivos, “entonces en algunos casos el único sentido que nos queda es el olfato, afortunadamente los perros y los gatos tienen un excelente sentido del olfato, con lo cual el uso de fragancias, el uso dejarle la comida y el agua en el mismo punto, utilizar por ejemplo perfumes a nivel de por ejemplo los tobillos, les va a permitir tener una mejor interacción con nosotros”, agrega.
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Tayro corrió con la suerte de ser rescatado, adoptado y amado, pero muchos animales que nacen con alteraciones genéticas no lo logran. Esto es un llamado al respeto a la vida y a la responsabilidad.
“Aquí hay que concientizar principalmente por la cría indiscriminada de este tipo de razas. Esto es algo también un poco comercial, los pacientes blancos, en teoría, son mascotas económicamente más apetecidas en el medio, sin saber pues lógicamente las condiciones que pueden desarrollar”, señala el médico veterinario.
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Nos son mercancía, son seres vivos, sintientes, que establecen vínculos. Los animales albinos, al igual que todos los demás, deben y pueden vivir con calidad de vida.
“Por eso no amerita ni justifica la eutanasia. Debe haber una conciencia por parte de los criadores y de los propietarios. Lo que sí justifica es la esterilización y la no reproducción de estos pacientes”, asegura Lozano.