A Kim Moo-sung, de 65 años, no le perdonan su trato displicente con un subalterno a su llegada al aeropuerto de Seúl.
La prensa, que lo esperaba a la salida del muelle internacional de Gimpo, captó el momento en el que el político lanzó su equipaje a un costado, sin siquiera voltear la mirada. Sabía que su asistente estaba allí para recibirlo presuroso.
La escena no tardó en volverse viral y generar la indignación de miles de usuarios en las redes sociales que han calificado este gesto de soberbio y arrogante.
Moo-sung, quien regresaba de un viaje a Japón, no quiso referirse al tema luego de ser confrontado por los medios de comunicación. “¿Por qué debería explicar eso? ¿No tienen otra cosa qué hacer?”, replicó a los periodistas.
Portales como Quarz destacaron algunos de los comentarios expresados por la opinión pública tras el incidente en el aeropuerto: “¿Cómo actuará en privado si es capaz de actuar así en un aeropuerto?”, “Este es el verdadero rostro de la élite coreana”.
La escena trae al recuerdo una frase de Gabriel García Márquez, escritor colombiano y premio Nobel de Literatura: “Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse”.