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Con el Niño Dios en brazos, este cura convirtió su iglesia en una pista de baile

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El bombero de esta historia no tiene nada que envidiarle a Superman ni a Batman. Se trata de Juan Carlos Espinoza, un héroe de carne y hueso que se convirtió en el orgullo de Chile.

El pasado 3 de enero, Espinoza atendió el peor incendió de su vida: cuando apagaba más de cien casas en Valparaíso tuvo que ver cómo su propio hogar se convertía en cenizas.

Sin embargo, no se detuvo y, entre lágrimas, siguió salvando vidas. Su imagen conmovió al mundo y su valentía recibió recompensa cuando un famoso empresario le donó más de tres mil dólares para reconstruir su hogar.

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¿El peor trabajo del mundo?

En una pesadilla se convirtió este comercial de Mitsubishi para el hombre que iba disfrazado de oso.

Aunque intentó dominar sus resbalosas patas sobre la pista de hielo, no hizo más que caerse repetidamente.

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Su video ya tiene más de cuatro millones de reproducciones en Facebook. Nada mejor que una sonrisa para terminar la semana.

El cura bailarín

Con el Niño Dios en sus manos y a ritmo de alabanzas, este sacerdote convirtió su iglesia en una pista de baile. Lejos de quejarse, los feligreses se unieron a la fiesta del señor.

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El caballo más fiel

Este equino se encargó de demostrar nuevamente que los lazos entre animales y amos están más allá de lo impensado.

Durante el velorio de su dueño, que falleció en un accidente de tránsito en Año Nuevo, el animal no paró de relinchar, como expresando el dolor por la partida de quien lo cuidó y alimentó.

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Y no solo eso: ante el asombro de familiares y amigos, se acercó al ataúd y, recostando la cabeza, le dio el último adiós.

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