Gwilym C. Pugh era hace unos años un oficinista obeso. Actualmente las marcas más famosas de ropa se lo disputan para que sea su imagen.
Hace tan solo 10 años, Pugh era un analista de riesgo que pesaba 127 kg a sus 26 años. Tenía una apariencia desaliñada y una tez muy blanca, por no exponerse al sol. Cuando la gente ve las fotos de dicha época nadie se imagina que ese mismo muchacho es actualmente uno de los modelos más cotizados de la moda masculina.
El cambio extremo de este supermodelo se dio gracias a un análisis de riesgo que se realizó en el trabajo. Así pudo descubrir que debido a su sobrepeso tenía un riesgo estadísticamente mayor de morir joven frente al resto de la población.
Inmediatamente Gwilym decidió cambiar su estilo de vida y alimentación. Atrás quedaba el quedarse en casa todo el día y comer chatarra.
“Dejé de pedir comida basura a domicilio y me propuse no estar sentado 10 horas del día”, comenta el ahora modelo. Entre otras acciones, Pugh comenzó a tener una vida más activa: daba largos paseos, se inscribió a un gimnasio y hasta entró a clases de música en las que aprendió a tocar guitarra.
Gracias a sus nuevos conocimientos, entró a una banda musical de un antiguo compañero del trabajo. Fue entonces cuando decidió dejarse la barba por recomendación de un peluquero. “Si ahora tocas la guitarra en una banda, ¿Por qué no te dejas la barba?”, fue el comentario del estilista.
En 2013 Gwilym, con 20 kilos menos y una larga barba, fue detenido en un negocio de camisetas en Londres por un hombre que le ofreció una carrera como modelo masculino. Pugh no se lo pensó dos veces y abandonó su trabajo como analista de riesgos.
Ahora Gwilym vive la vida que todo hombre desea. Es modelo de las marcas más famosas (Vans, Diesel, Timberland, BMW, LG, etc.), es el guitarrista de una banda y es una de las figuras masculinas más deseadas de las redes sociales. Un cambio de alimentación le transformó la vida entera.
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