El hombre de 60 años había sido ingresado a la UCI del Hospital del Mar, en Barcelona, España, en abril pasado.
Pese a la gravedad de su estado, este paciente soñaba con volver a ver la luz del sol, sentir el viento en su rostro y dejarse abrazar por el Mediterráneo.
Le ganó la batalla al coronavirus COVID-19 y, una vez salió de cuidados intensivos, pidió al personal de salud que lo llevara a ver el amor, su único y gran anhelo.
Médicos y enfermeras le cumplieron su deseo. Lo sacaron en una camilla del hospital y lo llevaron al paseo marítimo, donde el mar Mediterráneo le daba a Isidre la bienvenida.
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