Tres millones de reproducciones acumula el héroe anónimo de la semana en redes sociales.
Se trata de un canadiense que encontró a este desesperado zorrillo con su cabeza aprisionada en una lata de gaseosa.
Sin importar el riesgo que corría de perder su olfato por un ataque del animal, decidió ayudarlo, suplicándole eso sí que no lo rociara.
Todo tuvo un final feliz pues el zorrillo fue liberado y, entre asustado y agradecido, salió corriendo sin lanzar su fétido ataque.