Se gana la vida como limpiavidrios y hace sonreír a los conductores que saben recompensarlo por su ingenio y trabajo honrado.
Es un superhéroe de carne y hueso el que todos los días se viste como su personaje favorito, el Hombre Araña, para salir a buscarse el sustento en las calles mexicanas.
Su entusiasmo es contagioso.
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Además de abordar a sus clientes con la mejor interpretación del superhéroe de Marvel, este joven lo hace con caballerosidad y pinta corazones en los panorámicos que le permiten limpiar.
Al final, salta de la dicha cuando recibe el pago por su trabajo.
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Un héroe de carne y hueso que rescata lo mejor del ser humano.