Ocurrió en la mansión de un multimillonario cuando fueron perseguidas por el animal.
Candy Shop Mansion es una propiedad del multimillonario australiano Travers Luke, que reunió un grupo de modelos para realizar algunas fotografías de ellas, como es usual.
En medio de la sesión, una de las cámaras de la mansión registró cómo las chicas en traje de baño empiezan a huir. Inclusive una de ellas se lanzó a una piscina con tal de no ser alcanzada.
También se ve cómo otra de las jóvenes salta por una pequeña puerta de vidrio para ponerse a salvo.
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Finalmente se evidencia que ellas corrían por culpa de un canguro que se veía más asustado que agresivo.
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