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Como cada domingo, Los Informantes, con María Elvira Arango, presenta tres grandes historias. Primero, conozca la problemática del abandono de adultos mayores en Colombia; seguido, la sombra de Pablo Escobar a 32 años de su muerte y, por último, la obra y el talento de un gran muralista.
El abandono de los adultos mayores es una de las formas más comunes y crueles de maltrato, afectando a cientos de millones de ancianos en el mundo que están solos y desamparados. La situación en Colombia es preocupante; solo en Bogotá se reportaron 2.800 abandonos en los últimos cuatro años. La causa es multifactorial: incluye enfermedades crónicas, la gran carga de los cuidadores, y la debilidad de las redes familiares.
Los Informantes conoció a dos adultos mayores que fueron abandonados por sus familias, encontraron refugio en el hogar de una mujer de gran corazón en Cali. Ella ha dedicado 30 años a cuidar a más de 100 adultos mayores, a quienes considera sus "niños" o "bebés". Señala que diciembre es la época más triste, ya que los ancianos son abandonados con mayor frecuencia por las vacaciones familiares y los gastos de fin de año y escolares.
A 32 años de su muerte, los rastros de Pablo Escobar, el narco que instaló el sicariato y el terrorismo para intimidar al país. El abogado Gustavo Salazar Pineda lo describió como un "psicópata creador, un artista de la maldad". Escobar no sentía miedo, pero sí lo inspiraba y se dejaba llevar por la tentación de hacer daño. Sus actos más brutales incluyen la masacre de policías y el atentado contra el avión de Avianca.
El exmagistrado José Roberto Herrera habló de que Escobar habría sido patrocinador del asalto a la justicia en la toma del Palacio de Justicia en 1985. El capo, obsesionado con evitar la extradición, amenazaba directamente a los magistrados y se afirma que financió la toma del M-19 con una suma que se dice fueron 2 millones de dólares. A pesar de su riqueza, el abogado asegura que Escobar "murió diezmado económicamente" porque dilapidó su fortuna en la guerra. Su sobrino nieto, Daniel Escobar, reveló que creció en un colegio exclusivo para hijos de mafiosos, donde era normal la presencia de guardaespaldas armados afuera de los salones.
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El muralista Eloin Rivera se ha destacado por sus obras de gran formato tan reales que parecen transportar al espectador a la selva. Eloin es hijo de campesinos y apicultores, es un artista empírico que aprendió su técnica y estilo trabajando solo. Su arte está inspirado 100% en Colombia y se enfoca en llevar la espesura de la jungla tropical a espacios como el nuevo hotel en Cartagena.
El artista se enfrentó al reto de pintar un mural de 9 metros por 4 de ancho en un techo, un trabajo intenso que requiere de gran precisión y que le produce susto al iniciar. Los errores no se borran, sino que se usan en las capas anteriores para darle alma a la obra. El resultado final, con el vuelo de guacamayas y loritos, representa el momento de éxtasis de haber terminado un buen proyecto.
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