Rubble llegó a la vida de Michele Heritage en mayo de 1988, como regalo por sus 20 años. Era una bolita de pelos de la que asomaban unos grandes ojos claros. Desde ese día, se hicieron inseparables.
Michele jamás tuvo hijos y Rubble se convirtió en su única familia. Lo consintió y cuidó tanto que ella cree que ese fue el secreto de la longevidad de su mascota .
Con 31 años, Rubble era el gato más viejo del mundo con vida, según los Guinness World Records, que le otorgaron el título en el 2018. Su predecesor había sido Scooter, un siamés que murió de 30 años en el 2016.
Sin embargo, Rubble no fue el que más vivió. Esa marca la ostenta Creme Puff, que llegó a los 38 años.
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Rubble murió en su casa, en la ciudad inglesa de Devon.
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