A Simone Anderson le sobra amor propio. Llegó a pesar 169 kilos con tan solo 24 años de edad. Hasta que dijo: ¡No más! En dos años, bajó 92 kilos. Hoy, esta maquilladora neozelandesa es la protagonista de una verdadera historia de superación.
El amor propio la impulsó a cambiar todos sus hábitos. Comenzó con su mente: debía creer que podía, imponerse una meta y compartirla con sus seres queridos. Lo hizo.
Dio luego un giro radical en su alimentación y, por primera vez, tomó en serio la actividad física.
Su metamorfosis está documentada desde el 29 de agosto de 2014, el día cero. Y es que Simone ha usado las redes sociales para mostrar este cambio dramático.
Nada la detuvo en su objetivo, ni siquiera los comentarios negativos que recibía cada vez que publicaba una fotografía en su perfil. Al final, el resultado no pudo ser mejor: con 77 kilos de peso y una vida feliz, Simone Anderson se ha ganado la medalla de oro.
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