Llovía sobre el aeropuerto Hartsfield-Jackson de Atlanta, en los Estados Unidos, uno de los más concurridos del mundo. Varios aviones, entre ellos uno de Delta, esperaban su turno de despegue. En un abrir y cerrar de ojos, el cielo envió a su mensajero más luminoso.
Un rayo impactó pleno en la parte trasera del Boeing 737 de Delta.
La escena fue captada por el pasajero Jack Perkins y ha sido vista 1,8 millones de veces desde su publicación en internet esta semana.
Ninguno de los 117 ocupantes de la aeronave resultó herido, según confirmó un vocero de la aerolínea.
Después de ver lo ocurrido, piense dos veces antes de usar la expresión: "Que me parta un rayo".
La pregunta que no se le puede hacer a un niño
La presentadora de televisión Courtney Friel entrevistaba en vivo a Andrew Macías, de cuatro años, en su primer día en el colegio, cuando el niño estalló en llanto. ¿La razón? Una pregunta que jamás debió haber hecho la reportera.
Así fue el comienzo de este diálogo que ha trascendido a las redes sociales por cuenta de padres de familia a los que no les cayó en gracia lo ocurrido al aire:
<<Courtney: ¿Estás emocionado por comenzar en el colegio?
Andrew: ¡Sí!
Courtney: ¿Vas a extrañar a tu mamá?
Andrew: No… ((Comienza a llorar)>>
La pregunta de la periodista Friel hizo que el niño fuera consciente de que su mamá lo abandonaría en cuestión de minutos, para que él ingresara a su salón de clase. Era inevitable que el pequeño Andrew entrara en crisis.
La presentadora tuvo que ofrecer excusas a través de su cuenta en Instagram, donde publicó una foto con sus dos hijos, para decir que a ella también se le rompió el corazón con la escena.
Lo que trascendió es que el niño logró calmarse minutos después, pero ya no se podía llorar más sobre la leche derramada.
Día de piscina para familia de osos
Que levante la mano el que sea capaz de decirle a una enorme mamá osa que saque sus patas y, de paso, a sus cinco crías de la piscina.
Y es que una familia de osos negros no soportó el calor intenso y decidió irrumpir en el patio trasero de una vivienda de Nueva Jersey, en los Estados Unidos, para darse un chapuzón en la piscina inflable dispuesta para los niños de la casa.
Los verdaderos dueños del solar no tuvieron más remedio que observar y grabar la escena en la distancia. ¡Todo se vale en época de verano!