El pequeño Víctor lo hizo para encontrar a Lulú en Tunja. Vea, además, el pastel de bodas de un millón de dólares y un robot entrenado para escapar.
En un poste del barrio Kennedy, en la capital boyacense, se veía el curioso anuncio, indudablemente hecho con la ternura de un niño. Allí estaba dibujada Lulú, una perrita criolla que se había perdido del lado de Víctor, el protagonista de la historia.
Victor y su familia decidieron que cada niño se quedara con una perrita. Víctor con kira y Carol la hija del señor que la encontró con lulú. Un final feliz. Gracias a todos los que me ayudaron a difundir. @boyaca7dias @El Tiempo pic.twitter.com/TXj3diEmSA
— mariate (@mariatecaste) February 13, 2018
Por fortuna, la perrita fue hallada por un hombre, quien tomó una foto del cartel. Lastimosamente él había encontrado al animal antes de ver el aviso y se la entregó a su hija, quien rápidamente se encariñó.
Victor y su familia les agradecen su apoyo. Un final feliz. pic.twitter.com/V1yE1T2OdZ
— mariate (@mariatecaste) February 13, 2018
Víctor se enteró de la situación y apeló a su bondad, así que permitió que Lulú se quedara con su nueva amiga. Para que no quedara solo, Víctor recibió de su familia un labrador y allí inició una nueva amistad.
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