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The Dallas Express publicó en exclusiva una carta enviada por Hugo Carvajal Barrios, exdirector de Inteligencia Militar de Venezuela, al expresidente Donald Trump. Esta misiva marca el primer testimonio escrito del mayor general retirado desde que se declaró culpable en un caso federal en Estados Unidos por los delitos de narcoterrorismo y narcotráfico, luego de su extradición desde España, el pasado 25 de junio de 2025.
El exjefe de espionaje, conocido como "El Pollo" Carvajal, fue uno de los hombres de confianza de Hugo Chávez y uno de sus colaboradores más cercanos. Hace pocos meses aceptó cargos por cuatro delitos, conforme con el Departamento de Justicia norteamericano, que incluyen conspiración para el narcoterrorismo, conspiración para importar drogas a EE. UU., posesión de armas de fuego y dispositivos destructivos y conspiración para poseer armas de fuego y dispositivos destructivos.
Según el diario estadounidense citado, la carta fue compartida de manera exclusiva por el abogado de Carvajal, Robert Feitel, un exfiscal de alto rango del Departamento de Justicia, y contiene advertencias que Carvajal afirma hacer “para expiar” y alertar a Estados Unidos sobre lo que describe como una campaña dirigida desde el aparato estatal venezolano. The Dallas Express señala que Carvajal sostiene que Venezuela actúa como una “organización narcoterrorista” con objetivos en territorio estadounidense. De igual forma, según el reporte, el exjefe de inteligencia asegura que el régimen de Maduro “utilizó cocaína como arma, colaboró con las FARC, el ELN, la inteligencia cubana y Hezbolá”, además de exportar redes criminales como el Tren de Aragua hacia Estados Unidos.
En el texto, que entregó a The Dallas Express, Carvajal inicia con una presentación y una explicación de por qué decide escribir desde prisión: “Me llamo Hugo Carvajal Barrios. Durante muchos años, fui un alto cargo del régimen venezolano. Fui un general de tres estrellas, de la confianza de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y me desempeñé como Director de Inteligencia Militar y Diputado de la Asamblea Nacional. Hoy me encuentro en una prisión estadounidense porque me declaré culpable voluntariamente de los delitos que se me imputan: una conspiración narcoterrorista”. Al respecto, dice: "Escribo para expiar mis pecados contando toda la verdad, para que Estados Unidos pueda protegerse de los peligros que presencié durante tantos años".
Carvajal asegura que su ruptura con el Gobierno venezolano ocurrió en 2017, cuando abandonó el país “sabiendo que enfrentaba cargos criminales en Estados Unidos”. En su carta describe que esa decisión lo convirtió en “enemigo” del régimen, pero que actuó motivado por “la más firme convicción para desmantelar el régimen criminal de Maduro y traer la libertad a mi país. ”.
A través de cuatro secciones tituladas “Narcoterrorismo”, "Tren de Aragua", "Contrainteligencia y espionaje contra Estados Unidos" y "Smartmatic y sus elecciones", el exoficial expone en su carta presuntas pruebas que relacionarían a Nicolás Maduro y expondrían supuesto nexos con el narcotráfico. En la primera de las mencionadas, Carvajal indica que observó cómo “el gobierno de Hugo Chávez se convirtió en una organización criminal que ahora está dirigida por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros altos funcionarios del régimen”.
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Asegura además que el llamado Cartel de los Soles tenía como propósito “utilizar la droga como arma contra Estados Unidos”. Añade que la estrategia fue una “política deliberada coordinada por el régimen venezolano” y que la idea fue impulsada “por el régimen cubano a Chávez a mediados de la década de 2000 y se ha ejecutado con éxito con la ayuda de las FARC, el ELN, agentes cubanos y Hezbolá. El régimen ha proporcionado armas, pasaportes e impunidad a estas organizaciones terroristas para que operen libremente desde Venezuela contra Estados Unidos".
De igual forma, el exdirector de inteligencia dedica otro apartado a describir el presunto funcionamiento del Tren de Aragua, una estructura delictiva originada en Venezuela. En su carta señala: “Estuve presente cuando se tomaron decisiones para organizar y utilizar como arma a las bandas criminales en toda Venezuela para proteger al régimen, entre ellas el grupo conocido como el Tren de Aragua”. Afirma que Chávez ordenó reclutar líderes criminales como mecanismo de defensa a cambio de impunidad y que Maduro amplió esta modalidad: "Tras la muerte de Chávez, Maduro amplió esta estrategia exportando la criminalidad y el caos al extranjero para atacar a los exiliados políticos venezolanos y reducir artificialmente las estadísticas de delincuencia en Venezuela. Se ordenó a los líderes de las bandas expulsar a miles de miembros del país. Esto se coordinó a través del Ministerio del Interior, el Ministerio de Prisiones, la Guardia Nacional y la policía nacional. El Tren de Aragua se convirtió en el más eficaz y de mayor crecimiento".
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En su misiva atribuye al Gobierno venezolano una instrucción para expulsar a miles de integrantes de bandas y aprovechar “la política de fronteras abiertas de Biden-Harris” para infiltrarlos en territorio estadounidense. Asegura que quienes llegaron a EE. UU. lo hicieron con órdenes de “seguir secuestrando, extorsionando y asesinando. Cada delito que cometen en su territorio es un acto ordenado por el régimen”. El exjefe describió en la cartada, citada por The Dallas Express, actividades de contrainteligencia que habrían estado efectuando desde el Estado venezolano. En su carta señala: “Estuve presente cuando la inteligencia rusa llegó a Caracas para proponer a Hugo Chávez la intervención de los cables submarinos de Internet que conectan la mayor parte de América del Sur y las islas del Caribe con Estados Unidos, con el fin de penetrar las comunicaciones del gobierno de Estados Unidos”. También afirma haber advertido a Maduro, en 2015, sobre los riesgos de permitir un puesto de escucha ruso en la isla La Orchila.
Por su parte, también detalló que "durante veinte años, el régimen venezolano envió espías" a Estados Unidos y que "muchos siguen allí, algunos disfrazados de miembros de la oposición venezolana". Ademas sostiene que “diplomáticos estadounidenses y agentes de la CIA recibieron pagos para ayudar a Chávez y Maduro a mantenerse en el poder. Estos estadounidenses actuaron como espías para Cuba y Venezuela, y algunos siguen activos hasta la fecha”.
Finalmente, en la última sección de la carta, Carvajal asegura que Smartmatic fue concebida como herramienta electoral del régimen venezolano. “Smartmatic nació como una herramienta electoral del régimen venezolano, pero pronto se convirtió en una herramienta para ayudar a que el régimen se mantuviera en el poder. Lo sé porque puse al jefe de informática del Consejo Nacional Electoral (CNE) en su puesto, y él reportaba directamente a mí. el sistema Smartmatic puede ser alterado; esto es un hecho”, afirma. Sostiene que la tecnología se exportó a otros países, entre ellos Estados Unidos, aunque aclara: “No afirmo que todas las elecciones sean robadas, pero afirmo con certeza que las elecciones pueden ser manipuladas con el software, y se ha utilizado para ello”.
El exjefe de inteligencia culmina con una advertencia dirigida al público norteamericano: “Pueblo de los Estados Unidos, no se equivoquen acerca de la amenaza que representa permitir que una organización narcoterrorista ande libremente por el Caribe… el régimen al que serví no solo es hostil; está en guerra con ustedes”.
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Se debe destacar que este miércoles 3 de diciembre, Nicolás Maduro se refirió a una reciente comunicación con Trump en un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV). Allí confirmó que, hace "unos diez días", conversó por teléfono de manera "cordial" con su homólogo de Estados Unidos.
"Hace unos diez días, aproximadamente, desde la Casa Blanca llamaron al Palacio de Miraflores (sede del Gobierno venezolano) y tuve una conversación telefónica con el presidente Donald Trump", aseguró Maduro y dijo que la conversación se desarrolló "en un tono de respeto" y espera que el contacto represente un paso "hacia un diálogo respetuoso" entre ambos países, sin relaciones diplomáticas desde 2019.
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"Welcome dialogue, welcome diplomacy (bienvenido el diálogo, bienvenida la diplomacia)", expresó Maduro, quien explicó, al recordar su época como canciller durante el Gobierno del presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013, que hasta hoy no se había referido al asunto por "prudencia" y porque hay temas que, a su juicio, deben permanecer en silencio "hasta que se den".
El jefe de Estado insistió en que el camino entre su país y EE.UU. debe ser el "de respeto, de diplomacia y de diálogo", y expresó su confianza en que "todo saldrá bien para la paz, la independencia, la dignidad y el futuro de Venezuela".
*Con información de EFE
LAURA NATHALIA QUINTERO ARIZA.
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