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Cabezote Los Informantes

Cómo los bonos de carbono transformaron la economía de La Araracuara y la Amazonía

Durante años, la economía local se sustentó del cultivo de coca, la minería ilegal y la deforestación, pero ahora, los bonos de carbono han llegado para cambiar el rumbo de la Amazonía.

Huella de carbono Los Informantes.jpg

Entre los departamentos de Caquetá y Amazonas, el resguardo huitoto de Puerto Sábalo - Los Monos, donde nacieron los niños Mucutuy, decidió cambiar de rumbo y dejar las economías ilegales, la coca la minería y la deforestación por otra muy legal, rentable y amigable con el medio ambiente. Los Informantes viajó hasta lo más profundo de la Amazonía colombiana, se metió a la comunidad del Estrecho y respiró los nuevos aires de un negocio que va a todo pulmón: los bonos de carbono.

Yo antes del proyecto trabajaba en narcotráfico, digamos, cultivador de coca esa era mi profesión fue el tiempo, corte de madera que es ilegal, toda cosa ilegal”. Carlos Andrés Ruiz mientras mambea masticando hoja de coca es claro y reconoce como antes su comunidad se ganaba la vida a punta de rentas ilegales, en uno de los lugares más hermosos, desconocidos y a la vez abandonados de Colombia y qué tristemente el país se enteró que existía porque cerca de este resguardo salieron Magdalena y sus hijos, los hermanitos Mucutuy, antes de accidentarse en una avioneta. Una selva que está a orillas del río Caquetá y que los uitotos, la etnia a la que pertenece Carlos Andrés, ha ocupado ancestralmente y la única posibilidad de desarrollo que hasta hace poco habían tenido, era trabajar de la mano de la ilegalidad.

Llegaba las balsas, las dragas grandísimas aquí a escarbarlo, entonces venían las comunidades, nos decía, bueno al gobernador, ‘nosotros queremos trabajar al frente de su zona´ y nosotros le decíamos listo, pero vamos en un porcentaje de 30 gramos que sacan en el día para nosotros nos dejan dos, dos y medio, o sea, todo mal. Era una economía ilegal para fortalecer la comunidad, con eso se sostenía en los trabajos públicos, infraestructura. de los puentes, casetas comunitarias, las escuelas”. Una economía ilegal que les permitía medio armar sus casas y comprar la gasolina para transportarse por el río que desafortunadamente se había vuelto parte de su cultura porque en el resguardo de Puerto Sábalo - Los Monos, el Estado y sus autoridades no existen. “Hasta el sol del día a nosotros no tiene abandonado".

El que mejor habla español es Carlos Andrés y por eso el cacique le encarga la misión de que me cuente cómo fue que salieron de la economía ilegal gracias a que encontraron un negocio lícito mucho más rentable que la coca, la minería ilegal y la deforestación. “Gracias a Dios, la empresa privada nos dijo a nosotros de que ‘bueno señores, ustedes son dueños del territorio, ya nos vamos a talar más árboles, no vamos a hacer más minería ilegal, trabajar en narcotráfico, exportar base de coca, no, este proyecto es muy bonito, es lo que nos dijo, vamos a conservar’”.

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Conservar fue lo que hizo llegar a los uitotos al mundo de los mercados de venta de bonos de carbón, que no es más que un incentivo para que las grandes empresas que deben pagar el impuesto al carbono les compren a las comunidades bono certificados por firmas auditoras externas que garantizan realmente cuánto CO2 atrapa cada hectárea de su territorio boscoso y lo convierte nuevamente en oxígeno para así darle un nuevo aire al planeta, los huitotos aseguran que al principio había desconfianza.

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