Ya se volvió parte del paisaje ver indígenas emberas por las calles de Bogotá. Viven acá porque según dicen, los grupos armados y la minería ilegal los desplazó de sus territorios y creen que aquí están mejor, pero su condición de indígenas indigentes cada día es más insostenible. Después de desalojar el Parque Nacional, viven desde hace 6 meses hacinados en La Rioja, un edificio sin agua ni luz, convertido en una incubadora de enfermedades y conflictos. Promesas incumplidas, violencia y el limbo de una problemática sin fin.
Actualizado: noviembre 13, 2022 08:54 p. m.