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Alejandra Jackson, la mujer que por más de dos décadas vivió en el corazón de una de las dinastías más famosas del entretenimiento mundial, es una colombiana con una historia única. Se convirtió en cuñada de Michael Jackson, el Rey del Pop, en dos ocasiones distintas, y es la madre de cinco niños que llevan el famoso apellido. Vivió durante 22 años en la mansión de Katherine Jackson, la matriarca del clan y abuela de sus hijos. Los Informantes habló con ella en 2018.
La travesía de Alejandra en Estados Unidos comenzó a los 11 años, cuando llegó al país junto a su madre y su hermano menor. Terminó estudiando en un colegio ubicado en Beverly Hills y sus primeros pasos en la industria del entretenimiento la conectaron indirectamente con la popular familia, cuando fue buscada para formar parte de un grupo musical. El mánager en ese entonces era amigo cercano de Jackie Jackson, uno de los hijos de Katherine y Joe Jackson.
El destino de Alejandra se entrelazó inicialmente con Randy Jackson, uno de los miembros de The Jackson Five. Él comenzó a cortejarla, invitándola a salir a comer "todos los días". Alejandra estaba trabajando y a punto de terminar el bachillerato cuando descubrió que estaba embarazada, ya con cuatro meses de gestación. En ese momento, la joven colombiana tenía solo 18 años, y, según dice, su relación fue "tormentosa, difícil" y nunca se formalizó.
El entorno de Alejandra, ante la noticia, le aconsejaba no tener al bebé. Según recuerda, amigas y conocidos le decían: “¿Cómo va a tener un niño moreno y negro, va a ser muy difícil para usted?”.
Semanas antes del nacimiento de su primer hijo, Randy Jackson se casó con otra mujer. Meses después del parto, Alejandra, sintiéndose sola decidió regresar a Colombia y, a las dos semanas de llegar, descubrió que estaba embarazada de nuevo. Segundo bebé nació en Bogotá y fue bautizado con el nombre de su padre: Randy Jackson.
Con dos hijos pequeños y sola, Alejandra buscaba un refugio y decidió "desaparecerse del radar", por lo que se fue a Saravena, Arauca, pero hasta allí llegó el papá de sus dos a buscarla.
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El regreso de esa reunión en Arauca se convirtió en un episodio dramático y peligroso, con tintes de película. En medio de la carretera, aparecieron "hombres uniformados con armas". Eran miembros de la guerrilla del ELN y quisieron llevarse a Randy, pero lograron convencerlos de que el hermano del artista más famoso del momento no era más que "solo un pastor cristiano gringo" y así evitaron el rapto.
Él se fue de inmediato, mientras Alejandra y los niños pensaban quedarse seis meses más en Colombia, pero el embajador le dijo: “Se tienen que ir ya porque lo que están buscando son los hijos”. A su madre le dieron solo una hora para empacar lo que pudieran y los sacaron del país.
Así fue como Alejandra terminó viviendo en el corazón de la familia, en la mansión de la abuela, Katherine Jackson, quien recibió a los niños. Originalmente, Alejandra creía que solo estaría allí por un mes, pero se quedó por 22 años.
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Vivir bajo el techo de los Jackson implicaba seguir reglas estrictas: no se permitían cámaras en la casa. Si alguien recibía visitas, los invitados debían firmar papeles y avisar a seguridad. Además, a las visitas no se les permitía subir a las áreas privadas donde estaban las habitaciones.
Alejandra Jackson contó en Los Informantes que los hijos de Michael son muy cercanos a sus hijos. Sobre el Rey del Pop contó que era un padre "amoroso con sus hijos" y tenía una conexión especial con ellos. En una ocasión, sentado a la mesa con Alejandra, le preguntó cuántos meses tenía de embarazo. Cuando ella dijo cinco, él respondió: “yo daría cualquier cosa por tener un bebé”. Incluso les decía que quería tener diez niños, para "ganarle a su papá" (Joe Jackson).
Las visitas a Neverland, el famoso rancho que Michael compró en 1988 por 17.5 millones de dólares, eran experiencias mágicas. Alejandra recuerda la sensación de entrar allí como si fuera un libro de hadas y asegura que Michael siempre aconsejaba que “no pierdan el corazón de niño”.
Respecto a las controversiales acusaciones de abuso infantil que surgieron en 1992 contra el Rey del Pop, Alejandra revela el dolor que esto causó a sus propios hijos: “tuve que sacar mis hijos del colegio porque decían cosas horribles y mis hijos les dolía porque ellos aman a su tío”. La colombiana defendió la inocencia de Michael, afirmando que sus hijos sabían que las acusaciones no eran ciertas.
A pesar de vivir bajo el mismo techo de los Jackson, Alejandra se encontraba sola, pues el papá de sus hijos solo la visitaba ocasionalmente. En ese contexto, Jermaine Jackson, otro de los famosos Jackson Five, se encontraba divorciado y vivía a pocos cuartos de distancia. La cercanía transformó la amistad: él se volvió su mejor amigo y confidente y, luego, su amante. Ella se enamoró "locamente” de otro Jackson.
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El cambio de pareja dentro de la misma familia fue un desafío. Alejandra aceptó que se sentían “las energías y los ojos” de los demás, pero tomó una firme decisión: “Yo no voy a sentirme menos o con la cabeza agachada”.
Incluso Michael Jackson intervino en el proceso. Alejandra recuerda que el Rey del Pop habló con Jermaine y le preguntó si la amaba. Cuando contestó que sí, él le dijo: “congratulations” (felicidades).
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Michael incluso le cedió una habitación de Neverland que ya no quería. Alejandra y Jermaine se casaron y tuvieron tres hijos: Dante (adoptado), Jaafar, quien hoy es cantante, bailarín y actor y protagonizará una bio película del Rey del Pop, y Jermajesty. Ella pasó a ser vista como “una más de la familia” y la madre de cinco hijos Jackson.
El matrimonio con Jermaine Jackson también terminó años después y Alejandra sintió que era el momento de independizarse, luchar por su propia felicidad y construir un hogar para sus hijos. Además, empezó a realizar su sueño de ser diseñadora de modas. Hoy también es conferencista.