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El 27 de noviembre se cumplen 36 años de una de las tragedias aéreas más dolorosas en la historia de Colombia: la del vuelo 203 de Avianca. La aeronave despegó de El Dorado, en Bogotá, con destino a Cali y, apenas cuatro minutos después, se desintegró en pleno vuelo. El siniestro cobró la vida de sus 110 ocupantes.
La versión oficial señala que se trató de un atentado ordenado por Pablo Escobar; en otros momentos, se mencionó una posible falla mecánica. Ahora, el abogado Federico Arellano, hijo de una de las víctimas, quien lleva años investigando lo ocurrido, pone sobre la mesa otra teoría igualmente escalofriante. Los Informantes habló con él.
Al parecer, Escobar ordenó la colocación de una bomba interna en el avión con el objetivo de asesinar al entonces candidato presidencial César Gaviria. Sin embargo, esta versión ha sido cuestionada por la aparición de una nueva teoría, que respalda hasta el FBI.
La investigación judicial fue denominada Gerardo Arellano y otros. Gerardo María Arellano, uno de los fallecidos, era una figura musical colombiana ampliamente reconocida en el mundo para esa época. Su hijo, Federico Arellano, quien tenía 12 años cuando ocurrió la tragedia, aseguró que se convirtió en abogado “por lo que pasó”. Desde entonces ha dedicado años a indagar el caso y hoy plantea una teoría que descarta por completo la versión de la bomba atribuida a Escobar.
Arellano afirmó que la verdad está sustentada en un dictamen pericial del FBI, emitido en su momento por Frederic Whitehurst, quien era el jefe de explosivos de la oficina durante el gobierno de George W. Bush. Este dictamen, según Arellano, "estableció que lo que allí encontró eran unos componentes de la ojiva de un misil".
De acuerdo con su tesis, el avión no fue derribado por un artefacto explosivo interno, sino por un impacto externo: "Eso fue realmente lo que sucedió. Es decir, tenemos que lo que derribó el HK-1803 fue un emplazamiento tierra aire que impactó como agente externo el fuselaje del avión que en ese momento pasaba".
Federico Arellano subraya que la autoría de Escobar es poco probable, ya que el narcotraficante, según él, era conocido por atribuirse abiertamente crímenes graves como el caso del DAS o el secuestro de Diana Turbay. “Escobar era orgullosamente protagonista de esos crímenes en las que se autoincriminaba y se atribuía para justamente obtener el sometimiento de las instituciones en busca de su no extradición”, señaló Federico Arellano.
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Cabe resaltar que Pablo Escobar nunca se refirió al atentado. Solo después de su muerte, algunos de sus hombres mencionaron el caso, aunque, según Arellano, esas declaraciones carecen de sustento sólido y no coinciden con los hallazgos técnicos y científicos que él ha recopilado. “No son válidos... Estas declaraciones de estos bandidos, básicamente el 90% puede llegar a ser mentira, pues no dan ningún sustento real y probatorio", afirmó.
También indicó que se ha desvirtuado la versión de que el avión fue atacado para matar a César Gaviria, pues para esa época el expresidente había sido declarado “objetivo militar” y no viajaba en aerolíneas comerciales, precisamente para evitar riesgos y no “generar pánico”.
La participación del FBI en la investigación inicial se debió a que entre las víctimas había dos ciudadanos estadounidenses. En 1989, la agencia envió a un experto en explosivos para analizar los fragmentos del avión en Soacha. Con la tecnología más avanzada de la época, el perito elaboró un informe que, según Arellano, permaneció prácticamente desconocido en Colombia durante décadas.
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“Es un documento legal que será aportado en el momento de la prueba donde el señor Frederic Whitehurst sustente el documento con su testimonio, es decir, va a ser una prueba mixta, documental y sustentada con el testimonio del agente del FBI”, dijo.
El análisis arrojó que lo que se encontró fueron “componentes químicos y físicos que integran la ojiva del misil como tal. Es decir, esto deja sin ningún sustento la posibilidad de una bomba”.
El dictamen se basa en que la aeronave sufrió una implosión y no una explosión. Arellano explicó la diferencia: "Lo que establece es que el avión implotó, no explotó. Es decir, que el avión fue impactado desde lo exterior hacia lo interior, no de adentro hacia afuera, como sucede obviamente en una explosión".
Según esta nueva hipótesis, el misil pudo haber sido disparado accidentalmente desde la zona aledaña a Indumil en Soacha. Se presume que en la zona "se estaban haciendo unos entrenamientos, una instrucción militar para la manipulación de estos artefactos". Arellano sugirió que fue un hecho "culposo y no del doloso", donde "se disparó o se activó el dispositivo que terminaría impactando el avión". Aunque Colombia no producía misiles, Arellano, mencionó que “esos misiles eran importados”.
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Federico Arellano logró contactar al perito y, según relató, este le explicó lo que ocurrió tras bambalinas con el informe. Además, le aseguró que está dispuesto a declarar en Colombia y a entregar oficialmente el documento.
“Realmente ahí lo que estaban diciendo de que era una bomba, un atentado terrorista, que era Escobar y del Cartel de Medellín, no era cierto. Ahí lo que hubo era esto (misil) y no otra cosa”.
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Arellano aseguró que el experto fue presionado para que alterara el informe y se alineara con la hipótesis del atentado terrorista, a lo que se negó. “El señor fue presionado para que dentro de ese esquema que habían montado del atentado terrorista, él se pronunciara y él dijo: ‘Yo no voy a proferir un dictamen pericial falso. Y si esto me cuesta el puesto, que me cueste”. Y le costó. Lo despidieron por no mentir”, reveló Arellano.
El caso ya habría prescrito de no ser porque Federico Arellano, empeñado en que se haga justicia, lo llevó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En 2009, logró que ese tribunal internacional lo declarara un crimen de lesa humanidad, lo que impide que prescriba.
Hasta ahora, el único que ha pagado prisión por este hecho es alias 'La Quica', lugarteniente de Pablo Escobar, quien fue extraditado a Estados Unidos y condenado a varias cadenas perpetuas.
El abogado cree que 'La Quica' es inocente y aseguró que él dijo que: “’No tuvo nada que ver en eso, que él no estaba participando en ningún acto terrorista y que ahí no hubo ningún acto terrorista’...Es decir, todo concuerda con la tesis de la teoría del caso que yo hoy planteo".
Federico Arellano ha solicitado a la fiscal del caso que pida el informe del FBI a Estados Unidos, que el documento se incorpore al expediente y que el perito sea llamado a declarar.
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A pesar de que la investigación nunca ha tenido avances significativos y, después de 36 años, se encuentra en "investigación preliminar, lo cual es vergonzoso para un Estado de derecho”. Para Federico, la búsqueda es clara: “Mi pretensión es la verdad. Y mi pretensión como consecuencia de la verdad subsiguiente es la justicia y la reparación".
La diligencia más reciente en el caso fue la declaración de Carlos Lehder. Su testimonio aportó únicamente información de contexto, pues para 1989, año del siniestro aéreo, el excapo ya había sido extraditado a Estados Unidos. Por ahora, Arellano y el país siguen a la espera de conclusiones definitivas por parte de la justicia.