La historia de Peñas Coloradas es única. Un pueblo cocalero ubicado en el Caquetá que no se desplazó con la llegada de la guerrilla, sino con el ejército cuando se convirtió en una base militar tras el ‘Plan Patriota’ y la retoma armada del Caguán.
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Hoy, 16 años después, los casi 3 mil desplazados reclaman que no pueden volver y recuerdan cómo fueron despojados de sus tierras. La comunidad dice que a pesar de tener escrituras de los predios no les es posible ingresar al pueblo. Algunos líderes regresaron con Los Informantes a las ruinas del que alguna vez fue su hogar.