El ataque, cuya autoría aún se desconoce, ocurrió hacia las 19:30 hora local (14:30 GMT) en el barrio Abbas Town de la metrópoli, capital de la provincia meridional paquistaní de Sindh.
"Se teme la muerte de más de 40 personas y por encima de 135 han resultado heridas", dijo en declaraciones a la prensa desde el lugar del atentado el secretario provincial de Salud, Suresh Kumar.
Una fuente de la Policía de Karachi consultada por Efe detalló poco después del ataque que las dos bombas explotaron con cinco minutos de diferencia y que la primera de ellas estaba colocada en una motocicleta aparcada en la calle.
Algunos medios locales se han hecho eco posteriormente de las pesquisas, que dan cuenta de la utilización de hasta 150 kilogramos de explosivo, lo que apunta a la hipótesis de que la bomba más potente estuviera colocada en un vehículo de cuatro ruedas.
También se han encontrado partes de un motor de coche que refuerzan esta segunda versión.
Según la cadena Geo Tv, el ataque tuvo lugar en las cercanías de una mezquita chií -posiblemente con el objetivo de golpear a fieles de esta confesión que habían acudido al templo- y dejó un cráter de 1,2 metros de profundidad y 3 de diámetro.
En la zona hay, además, muchos comercios de alimentación, teterías y oficinas de bancos que han resultado gravemente afectadas por la onda expansiva.
El primer ministro, Rajá Pervez Ashraf, condenó el atentado y afirmó en un comunicado que "los que apuntan a civiles inocentes sirven a los intereses de elementos contrarios al Estado y a la sociedad".
Los atentados de carácter sectario se han incrementado en el último año dentro de un marco general de recrudecimiento de la violencia terrorista en Pakistán.
Hace tres meses, un atentado con motocicleta bomba mató a tres personas de confesión chií frente a un centro de culto de esta rama minoritaria del islam en el mismo barrio de la ciudad portuaria de Karachi, la más poblada del país asiático.
En dos de las peores masacres de la historia de Pakistán, más de 200 personas murieron los pasados meses de enero y febrero en sendos ataques casi idénticos perpetrados contra la comunidad chií de la ciudad occidental de Quetta.
Esas matanzas han provocado airadas protestas de la minoría chií (cerca del 20 % de la población), pero las autoridades paquistaníes se muestran impotentes para frenar la creciente sangría que sufre este grupo religioso.
Islamabad (Pakistán)
Updated: marzo 03, 2013 05:48 p. m.