Mientras tanto, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, anunció una reducción de 20 centavos de real.
El Gobierno regional de Río de Janeiro informó en un comunicado que igualmente revocó el alza de las tarifas de metro, trenes urbanos y barcas que cruzan la bahía de Guanabara.
Del mismo modo, el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, afirmó en una rueda de prensa junto con Haddad que la reducción de 20 centavos de real también se extenderá a los pasajes de metro y de trenes urbanos.
La declaración fue conjunta debido a que el servicio de autobuses en Sao Paulo es una concesión municipal y los de metro y de trenes urbanos son concesiones del estado.
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Alckmin aseguró que, para poder reducir las tarifas, el Gobierno regional y el municipal elevarán los recursos que conceden para subsidiar el transporte público, lo que implicará recortes de inversiones y de gastos en otras áreas.
"Es un sacrificio grande. Vamos a tener que cortar inversiones porque las empresas (concesionarias) no tienen cómo financiar esa diferencia", afirmó el gobernador.
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"Haremos un ajuste en las inversiones, pero es importante porque estaremos privilegiando el transporte, que es prioridad", agregó.
De la misma manera, Paes dijo que para revocar el aumento de las tarifas tendrá que aumentar los subsidios de la municipalidad, por lo que recortará inversiones en otras áreas.
"Esta medida significará 200 millones de reales (unos 90,9 millones de dólares) a invertir a menos en otras áreas", afirmó.
El alcalde de Río de Janeiro dijo también que espera que el Congreso apruebe un proyecto de ley que reduce los impuestos sobre el transporte público para poder compensar en parte el "sacrificio" que realizará la municipalidad para atender a los manifestantes.
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En respuesta a las protestas, el Senado volvió a discutir hoy un proyecto de ley que analiza desde hace cinco años para reducir los impuestos sobre el transporte público.
Según el senador Lindbergh Farias, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), el proyecto fue analizado este mismo miércoles con el ministro de Hacienda, Guido Mantega, y podría ser aprobado en los próximos días.
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Los alcaldes de al menos una decena de ciudades brasileñas, entre ellas capitales importantes como Recife y Porto Alegre, ya habían anunciado la víspera la reducción de las tarifas o la revocación de los decretos que reajustaron los pasajes.
Los anuncios son las respuestas directas a las manifestaciones que se registran desde la semana pasada en todo el país y que fueron convocadas en las redes sociales por movimientos sociales que alegan no ser representados por ningún partido.
Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de las tarifas de transporte público, pero añadieron otras reivindicaciones, como mayores inversiones en la salud y la educación pública, y críticas a los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014.
Las manifestaciones no han dado tregua en los últimos diez días y hoy continuaban en la periferia de Sao Paulo, en las afueras de Brasilia y Río de Janeiro, en Belo Horizonte y Fortaleza.
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Pese a que en su mayoría han sido pacíficas, en algunas protestas se han registrado incidentes violentos, protagonizados por pequeños grupos.
En Sao Paulo grupos de encapuchados intentaron ayer invadir la alcaldía, le prendieron fuego a un camión de transmisión de una red de televisión y saquearon tiendas en el centro de la ciudad.
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Río de Janeiro (Brasil)