Hasta el puerto de Mizushima, situado en la ciudad de Kurashiki, oeste de Japón, llegó un barco petrolero. La sorpresa de los residentes y trabajadores del sitio fue mayúscula cuando vieron el cadáver de una ballena de 9 metros colgando de la proa de la embarcación.
Los ciudadanos de la zona afirmaron que nunca habían visto a un cetáceo en esas aguas.
“He estado pescando aquí durante décadas, pero es la primera vez que veo una ballena”, comentó un trabajador.
Tras el avistamiento, procedieron a llamar a las autoridades costeras que arribaron al sitio para inspeccionar el cuerpo del colosal animal.
"He vivido durante más de ochenta años, pero es la primera vez que veo una ballena", indicó un vocero del Departamento de Guardia Costera de Mizushima.
Medios de comunicación afirmaron que esa embarcación había surcado las aguas del Océano Pacífico en su camino hacia territorio nipón.
Los tripulantes sostuvieron que no recuerdan haber golpeado a animal alguno y que no se explican la aparición del cetáceo.
Pese a que no está confirmado, las autoridades ambientales presumen que se puede tratar de una ballena de aleta, que está clasificada como especie vulnerable y que es el segundo cetáceo más grande del reino animal, solamente superado por la ballena azul.
Se desconoce si la empresa a la que pertenece el barco petrolero será investigada tras el hallazgo del cuerpo del animal. Las autoridades revelaron que tomarán medidas para que no vuelva a ocurrir un hecho similar.
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