Lo hacen en medio de los estados de emergencia y los nuevos toques de queda ya decretados en varias zonas del país.
En Santiago de Chile, miles de manifestantes comenzaron a llegar a la Plaza Italia, epicentro de las manifestaciones de la capital, que durante las primeras horas de la mañana permaneció tranquila.
Con el paso de las horas los manifestantes se fueron agolpando en la zona, fuertemente custodiada por militares, que desde el viernes están desplegados en la capital y las localidades de la región Metropolitana.
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Además de los que decidieron congregarse en la plaza, una gran columna de personas avanzó caminando por la avenida Bernardo O'Higgins para confluir con los que ya se encontraban allí.
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Carabineros desplegó a las Fuerzas Especiales y los carros lanza-gua y lanza-gases para dispersar a los manifestantes, con el lanzamiento de bombas lacrimógenas, una estrategia que se ha repetido en la zona por días.
De hecho, el escozor de ojos y nariz fue sufrido por todos los ciudadanos que transitaron por la plaza y las calles aledañas ya que el polvo lacrimógeno que se había posado en el suelo después de las protestas del lunes se levantó desde primera hora de la mañana a causa del tráfico matinal.
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Los manifestantes de nuevo se replegaron en las zonas aledañas pero volvieron pasados unos minutos, cuando la nube de gas se disipaba, sin querer marcharse del lugar.
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Además de la nueva jornada de protestas en Plaza Italia, en el oriental barrio de La Condes, de clase pudiente, los vecinos se apostaron en la avenida Apoquindo para sumarse a las protestas, portando cacerolas que hacían sonar.
Un día más los vecinos del barrio de Ñuñoa salieron a la plaza para congregarse por cientos en una nueva jornada de manifestaciones pacíficas y reivindicativas.
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Además de Santiago, en Valparaíso las protestas volvieron a la zona del puerto y se repitieron los enfrentamientos entre manifestantes y policías.
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En la sureña Concepción, una multitudinaria marcha recorrió las calles de la capital de la región del Biobío, que junto a Valparaíso y Santiago han sido los principales focos de disturbios, incendios y saqueos, y las primeras ciudades en estar bajo el estado de emergencia y en las noches bajo toque de queda.
El balance oficial contabiliza 15 personas fallecidas en el marco de las protestas, 11 de ellos durante los saqueos, 3 en enfrentamientos con la Policía y uno atropellado por un camión de la Armada.
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Entre los fallecidos se ha confirmado hasta el momento que hay dos ciudadanos colombianos y uno ecuatoriano.
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Desde que comenzó el estallido social se han detenido a 2.643 personas.
El aumento del precio del Metro de Santiago desató una oleada de protestas que con el paso de los días despertó el hartazgo de parte de la ciudadanía por las altas tarifas que pagan por otros servicios, el nulo reparto del sistema de pensiones o los deficientes servicios de salud pública, generando un estallido social sin precedentes en la historia reciente del país.
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El respuesta, el Gobierno decretó el estado de emergencia, totalmente o en solo algunas ciudades, en casi todas las regiones del país, cediendo la seguridad al Ejército y decretando toques de queda.
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