Según un comunicado del gobierno maltés, no existen señales de una explosión previa al accidente en el aeropuerto internacional de Malta, aunque no se eliminó la posibilidad de un sabotaje. Una investigación está abierta para dilucidar los motivos.
El ministerio francés dijo que la aeronave había estado llevando a cabo misiones de reconocimiento en el Mediterráneo. "El vuelo formaba parte de una operación de vigilancia de la aduana francesa que desde hace cinco meses seguía las rutas de tráfico ilegales de todo tipo, incluido tráfico humano y de droga", precisó el gobierno.
Tres de los muertos eran empleados del ente. Los otros dos trabajaban para la compañía que manejaba el avión, un Fairchild Metroliner Mark III registrado en Estados Unidos y alquilado por una compañía luxemburguesa.
Updated: octubre 24, 2016 09:35 a. m.