Hillary Clinton derrotó este sábado a Bernie Sanders en las primarias demócratas en Carolina del Sur, según medios estadounidenses, dando un empujón a su campaña en la carrera hacia las presidenciales de noviembre, antes de la jornada clave del "supermartes".
La exsecretaria de Estado de 68 años fue declarada la ganadora por varias cadenas estadounidenses apenas cerraron las mesas de votación, en el estado del sureste norteamericano donde en las primarias de 2008 Clinton había caído frente a Barack Obama.
Con este resultado, Clinton se anota tres victorias en cuatro jornadas de primarias demócratas. Solo perdió en New Hampshire frente al senador de Vermont de 74 años.
"A Carolina del Sur, a los voluntarios en el centro de nuestra campaña, a los seguidores que le dan su poder: gracias", escribió Clinton en la red Twitter tras conocerse las proyecciones.
Un discurso de la exsenadora era esperado en Columbia, Carolina del Sur, donde sus seguidores dieron gritos de alegría al conocerse los resultados.
Sanders felicitó rápidamente a Clinton, pero advirtió en un comunicado: "Esta campaña está comenzando. Obtuvimos una victoria decisiva en New Hampshire. Ella logró una victoria decisiva en Carolina del Sur. Ahora es el turno del 'supermartes'".
El electorado negro, que representa más de la mitad de los votantes de las primarias, sin duda fue clave en el triunfo de Clinton, que cuenta con su apoyo mayoritario.
Presagiando el resultado, Sanders no pasó la jornada en Carolina del Sur, sino en Texas y Minesota.
Sólo el 3% de los delegados para la convención de investidura demócrata de julio en Filadelfia, de cara a las presidenciales de noviembre, se adjudican la noche de este sábado.
Pero 11 estados votarán el 1 de marzo en el "supermartes", que definirá 18% de los delegados demócratas en juego (y 24% de los delegados republicanos).
Sanders domina en Massachusetts y Vermont, pero varios estados del sur también votarán con una composición demográfica similar a la de Carolina del Sur, como Alabama, Georgia y Arkansas, donde el expresidente Bill Clinton, esposo de Hillary, fue gobernador hasta 1992.
Insultos republicanos
En el campo republicano, la batalla escaló este sábado, principalmente entre el magnate Donald Trump y el senador de origen cubano Marco Rubio.
Luego de un duro debate el jueves, ambos rivales intercambiaron insultos en eventos de campaña paralelos, en los que debatieron desde temas serios hasta quién de los dos usa más maquillaje o cuál es un estafador.
"El tipo que tiene el peor bronceado artificial de Estados Unidos me ataca por usar maquillaje", ironizó Rubio, de 44 años, ante sus seguidores en Georgia. La víspera, Trump ridiculizó a su rival por maquillarse en los debates.
Desde el jueves, Rubio ha usado contra Trump, de 69 años, el mismo tono que el magnate ha utilizado durante la campaña para descalificar a sus contrincantes republicanos.
El senador de Florida se mofó de las faltas de ortografía del hombre de negocios, cuestionó su olfato empresarial y lo tildó de estafador por una demanda de estudiantes contra la ya desaparecida Universidad Trump.
El magnate contraatacó burlándose de las orejas de Rubio y de su tendencia a transpirar, en un evento en la pista de un aeropuerto en Arkansas. "¿Yo, un estafador? Yo construí una gran empresa", afirmó Trump.
Trump, que ha ganado tres de las cuatro primeras jornadas de primarias republicanas, es el favorito de cara al "supermartes". En las últimas 24 horas recibió el espaldarazo de dos gobernadores, Chris Christie de Nueva Jersey y Paul LePage de Maine, y de la exgobernadora de Arizona Jan Brewer.
Esto es una muestra de la creciente aceptación del magnate dentro del Partido Republicano, cuya cúpula no obstante busca desesperadamente torpedear su candidatura.