El fósforo blanco es considerado como un compuesto que ha sido utilizado en conflictos militares durante más de un siglo. A menudo, se lo ha empleado como arma incendiaria debido a su capacidad de infligir daño a través de la quema y la liberación de fósforo blanco incandescente.
Esta arma es una sustancia química que se presenta en forma de pequeñas partículas o pellets de color blanco o amarillo pálido. Cuando entra en contacto con el oxígeno en el aire, se enciende espontáneamente y produce una llama brillante y humo denso. Su característica inflamable es una de las razones por las que se ha utilizado en conflictos armados.
El pasado jueves, 12 de octubre de 2023, Human Rights Watch (HRW) hizo pública una denuncia en contra el Ejército israelí por el uso de bombas de fósforo blanco en operaciones militares contra de Gaza . La organización aseguró que tuvo evidencias en video del 10 y 11 de octubre en las que se demostrarían diferentes ataques en la frontera de Israel y Líbano.
El impacto de las bombas de fósforo blanco en la salud y el medioambiente
Además de su impacto inmediato en conflictos armados, el fósforo blanco plantea preocupaciones sobre la salud de la población civil y el medioambiente. Durante la última denuncia que realizó la ONG, la directora de HRW aclaró que “cada vez que se usa fósforo blanco en áreas civiles concurridas, supone un alto riesgo de quemaduras insoportables y sufrimiento de por vida”.
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La inhalación de humo de fósforo blanco o el contacto con la piel pueden causar graves quemaduras y lesiones, mientras que la liberación de fósforo en el medioambiente puede tener efectos dañinos a largo plazo.
Estas son algunas de las formas en que el fósforo blanco puede afectar la salud humana:
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Quemaduras graves
El fósforo blanco se enciende a altas temperaturas y puede adherirse a la piel cuando entra en contacto con ella. Esto puede provocar quemaduras profundas y extremadamente dolorosas. Las quemaduras de fósforo blanco son difíciles de tratar y pueden requerir atención médica especializada.
Toxicidad por inhalación
La inhalación de humo de fósforo blanco puede causar daño a los pulmones y problemas respiratorios. La exposición prolongada al humo puede resultar en una condición conocida como "fósforo blanco pulmonar", que se caracteriza por la inflamación y la acumulación de líquido en los pulmones.
Toxicidad sistémica
Cuando el fósforo blanco se introduce en el cuerpo, ya sea a través de inhalación, ingestión o absorción por medio de la piel, puede tener efectos tóxicos en otros órganos y sistemas como el hígado, los riñones y el sistema nervioso.
Efectos a largo plazo
La exposición crónica al fósforo blanco puede tener efectos a largo plazo en la salud, como un mayor riesgo de desarrollar cáncer, enfermedades pulmonares crónicas y otros problemas médicos.
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Impacto en el medioambiente
La liberación de fósforo en el medio ambiente, ya sea como resultado de explosiones de municiones de fósforo blanco o de la eliminación incorrecta de restos de municiones, plantea preocupaciones medioambientales significativas.
Contaminación del suelo
El fósforo puede contaminar el suelo en áreas donde se ha utilizado. Esto puede afectar la calidad del suelo y dificultar la agricultura y el crecimiento de plantas. Además, el fósforo puede infiltrarse en las aguas subterráneas y dañar los ecosistemas acuáticos.
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Contaminación del agua
La escorrentía de fósforo hacia ríos, lagos y océanos puede contaminar el agua. El fósforo puede afectar la vida acuática y, en concentraciones elevadas, causar daños a los ecosistemas acuáticos.
Impacto en la vida silvestre
La exposición al fósforo blanco puede tener efectos perjudiciales en la vida silvestre que habita en áreas donde se ha usado este agente. Animales terrestres y acuáticos pueden verse afectados por la contaminación del medioambiente, lo que puede tener consecuencias en la cadena alimentaria y la biodiversidad.
Controversia en conflictos recientes: el uso de fósforo blanco en Gaza y más allá
El uso de fósforo blanco en conflictos recientes ha sido motivo de intensa controversia y preocupación a nivel internacional. Uno de los ejemplos más destacados es su uso en el conflicto entre Israel y Gaza, en el que la HRW asegura haber analizado e identificado los proyectiles de artillería de 155 milímetros de fósforo blanco.
Dada la preocupación mundial por la utilización del fósforo blanco en conflictos armados, se han establecido convenios internacionales que regulan su empleo. Uno de los más notables es el Protocolo sobre Municiones Incendiarias del Convenio de Ginebra, que prohíbe el uso de ciertas armas incendiarias, incluyendo aquellas que contienen fósforo blanco, en áreas densamente pobladas.
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En conclusión, el uso de bombas de fósforo blanco en conflictos armados plantea serias preocupaciones debido a su capacidad para causar daño indiscriminado y a largo plazo a la salud de las personas y al medioambiente. Los convenios internacionales, como el Protocolo sobre Municiones Incendiarias del Convenio de Ginebra, buscan regular y minimizar su empleo en áreas densamente pobladas. La comunidad internacional continúa debatiendo sobre el papel y la legalidad de estas armas en el escenario global.