El crimen fue cometido por una mujer de 25 años, que dio una explicación inaudita a la Policía.
Mao Togawa, japonesa, parió en un café del barrio Kabukicho y luego lo estranguló “porque se puso a llorar”, revelaron las autoridades.
En videos de seguridad se ve cómo escondió el cuerpo del pequeño en un casillero e insertó varias monedas para que se mantuviera cerrado.
El olor que emanaba provocó que lo encontraran.
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Mao Togawa fue capturada más tarde y ahora enfrenta una investigación por asesinato. El caso causa conmoción en Japón.