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Las fuerzas armadas de EE. UU. destruyeron este miércoles una nueva lancha supuestamente ligada al narcotráfico en aguas internacionales del Pacífico Oriental y asesinaron a las cuatro personas que tripulaban la nave. El ataque fue ejecutado bajo el marco del operativo "Lanza del Sur" y fue ordenado por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, de acuerdo con el Comando Sur por medio de su cuenta oficial de X.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses acompañaron la publicación del ataque con un video donde se observa a un buque en movimiento que resulta impactado. El nuevo ataque fue anunciado minutos antes de que el presidente, Donald Trump, realizara el discurso de fin de año desde la Casa Blanca.
El martes Trump ordenó incautar todos los petroleros venezolanos sancionados, como hicieron con uno la semana pasada en el Caribe que fue remolcado hasta un puerto estadounidense. Con este nuevo ataque, ya son más treinta las embarcaciones destruidas y al menos un centenar de personas asesinadas, supuestamente asociadas al crimen organizado, aunque el Gobierno de Donald Trump no ha publicado detalles de sus identidades.
Estados Unidos mantiene una fuerte presencia militar en las costas venezolanas y el mandatario republicano no ha descartado que pronto se realicen ataques a objetivos terrestres justificándose en el combate al narcotráfico. En medio de las tensiones, Nicolás Maduro, líder del régimen venezolano, volvió a remarcar que su país se opone a una guerra con Estados Unidos. "¿Guerra? Hemos dicho que no", dijo el mandatario en encuentro con integrantes de la 'Sociedad Bolivariana', en Caracas, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Maduro señaló que continuará con "el comercio para allá y para acá" del petróleo de su país en consonancia con la declaración de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que más temprano indicó que los buques vinculados a sus operaciones "continúan navegando con pleno aseguramiento, respaldo técnico y garantías operativas, en legítimo ejercicio de los derechos a la libre navegación y al libre comercio, ampliamente reconocidos y protegidos por el derecho internacional".
A la declaración de PDVSA, siguió una cadena de reacciones de instituciones venezolanas -Fiscalía, Contraloría, Defensoría, Tribunal Supremo-, que condenaron el bloqueo calificándolo de "robo", "temeraria" o "aberrante amenaza" y "atentado a la soberanía".
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EFE