Marina Silva calificó la conflagración como un delito de lesa humanidad que, además, amenaza a más de 300 comunidades indígenas.
La exministra del Medio Ambiente de Brasil, que está en Bogotá, cuestionó al presidente Jair Bolsonaro respecto a lo que sus políticas sobre minería y agricultura le han hecho a la Amazonía de su país.
“Hizo casi una convocación para que se hagan esas prácticas ilegales en Amazonas. Él dejó frágiles todos los controles ambientales y critica las acciones de fiscalización y critica las multas que se le aplican a las personas que están atacando” la selva, señaló.
Y precisó que de los 38.228 focos de incendios reportados entre enero y el 18 de agosto de este año, un 60% se registran en Brasil.
Lasllamas que arrasan con esta región
ponen en riesgo el “Amazonas, su población local que vive de ella y el propio equilibrio del planeta”, matizó Silva.
La exministra brasilera instó a que Latinoamérica frene esta crisis ambiental “con órganos de fiscalización y control de protección de las unidades de las tierras indígenas”.
“Respecto a la legislación ambiental brasilera hay que hacer una inversión para sustituir un modelo sustentable y una agenda de modelo territorial”, agregó.
Bolsonaro, quien culpó a las ONG por esta tragedia ambiental, insistió en que estas son las “principales sospechosas”.
"¿Quieren que culpe a los indios? ¿Quieren que culpe a los marcianos? Pero, a mi entender, un indicio muy fuerte es la gente de las ONG que perdió la 'teta', es sencillo", agregó el gobernante, quien reconoció que no tiene pruebas para sostener su afirmación.
Su señalamiento se da porque su Gobierno redujo el presupuesto destinado a ellas y por las fricciones con Noruega y Alemania, que financian el llamado Fondo Amazonía.
En contexto:
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Updated: agosto 22, 2019 03:00 p. m.