La cabra estaba prácticamente paralizada en la orilla de un acantilado. Dos miembros de la Sociedad Real para la Prevención de Tratos Crueles contra los animales descendieron a rappel y lograron sujetarla y ponerla a salvo.
Por supuesto no era fácil. Había que evitar un movimiento o una reacción de la oveja causara su caída. El hecho ocurrió en Gales, Reino Unido.