Para el amor no hay barreras ni enfermedades que se interpongan. Al menos esa es la creencia de un hombre que hace 58 años le juró amor eterno a su esposa y hasta el presente no ha claudicado, a pesar del mal de alzheimer que la afecta.
Hace 20 años, su amada ha estado postrada en cama al sufrir alzheimer. Desde entonces Esteban no escucha su voz ni siente sus caricias, sin embargo, la llama del amor sigue encendida.
Updated: febrero 16, 2015 04:22 p. m.