Un británico y su esposa salvadoreña que denunciaron que su hijo había sido cambiado por otro tras el parto en un hospital privado de El Salvador se reencontraron con el pequeño, que había sido entregado a otra pareja.
Pruebas de ADN ordenadas por la Fiscalía General de la República posibilitaron la localización del hijo del británico Richard Cushworth y la salvadoreña Mercedes Casanellas, que la noche del lunes les fue entregado en una audiencia especial en la sede central del Ministerio Público.
"Estamos hablando de dos niños que fueron intercambiados", dijo el fiscal general, Luis Martínez, luego de la audiencia privada donde los bebés fueron entregados a sus verdaderos padres. Se investiga si hubo dolo en el intercambio de los niños.
No se reveló el nombre de la otra familia que tenía uno de los niños intercambiados porque el fiscal General dijo que hay reserva total del caso para garantizar la privacidad de los implicados.
El niño de los misioneros cristianos que residen en Estados Unidos fue encontrado a través de las pruebas genéticas ordenadas por la Fiscalía que se realizaron a los otros bebés varones que nacieron en el Hospital Centro Ginecológico el 21 de mayo.
Las pruebas fueron realizadas por el estatal Instituto de Medicina Legal y según la información oficial se hicieron análisis de ADN a cuatro familias y en dos hubo un resultado de compatibilidad absoluta.
El hijo de los Cushworth debió nacer en junio pero su ginecólogo, el medico salvadoreño Antonio Alejandro Guidos, procesado por el caso, le dijo que necesitaba una cesárea de emergencia.
La señora dijo a los periodistas que sus dudas comenzaron las primeras horas después del nacimiento al notar diferencia entre los niños que le habían presentado: el primero que le mostraron era de tez blanca y el que le llevaron después un poco moreno, pero le dijeron que con el paso de los días cambiaría, lo que nunca ocurrió. Más tarde notó diferencia en las huellas de los pies tomadas al niño.
Tres meses después del parto, ya en Estados Unidos, le realizaron una prueba de ADN al bebé que le entregaron en el hospital para saber si se trataba de su hijo. La prueba resultó negativa, por lo que viajaron a El Salvador a denunciar el caso y emprender la lucha para recuperar a su verdadero hijo.
Durante las investigaciones hasta se habló de una posible red de tráfico de niños, lo que fue descartado por la Fiscalía.
El ente allanó el hospital para incautar documentación y detuvo al ginecólogo acusado de cambiar el hijo de los misioneros. El médico fue presentado el lunes ante un tribunal de justicia de la capital que decretó que será procesado en libertad por el delito de suplantación y alteración de estado familiar, contemplado en el artículo 196 del Código Penal.
El caso fue declarado con reserva total por el derecho de los niños, pero las investigaciones continuarán hasta esclarecer qué pasó.
"Lo importante es que hemos encontrado a los niños. Esperamos que el transcurso (de la investigación) podamos concluir (el caso) sin re victimizar a nadie", dijo el fiscal general.
El hospital, que desde un principio rechazó la posibilidad de que se hubieran intercambiado los niños, ha dicho que está dispuesto "a seguir cooperando para que se diluciden con mayor amplitud los detalles sobre el caso y se lleve a feliz término".
El Colegio Médico y asociaciones gremiales han respaldado al ginecólogo, que ha rechazado las acusaciones. Sostienen que el médico realiza todo el procedimiento del parto, saca al niño, espera que llore y lo entrega al pediatra y a las enfermeras que se encargan del procedimiento rutinario para identificar al niño y su atención en la sección del hospital donde son llevados todos los recién nacidos.
Updated: septiembre 08, 2015 02:13 p. m.