
El primero de enero de 2012, Alpha Kabeja tenía 29 años y manejaba su bicicleta rumbo a casa de su novia para celebrar juntos el Año Nuevo. El hombre manejaba tranquilo por las calles de Londres, iba sin casco, pensando que nada grave le podía pasar, pero en cuestión de segundos su vida cambió por completo. Fue atropellado por una furgoneta que no se detuvo. Quedó tendido en el suelo y, aparentemente, no tenía heridas graves, pero dentro de su cráneo, su cerebro se había desplazado y sangraba peligrosamente.
Fue trasladado inmediatamente a un centro médico. Al notar que el joven estaba inconsciente, pero sin heridas visibles, decidieron realizarle una tomografía computarizada. Así descubrieron que, a causa del accidente, tenía una lesión cerebral grave. El cerebro de Alpha se había desplazado, estaba inflamado y sangrando, debían intervenirlo rápidamente para extirpar parte de su cráneo para aliviar la presión. El hombre quedó en coma y los médicos advirtieron a su familia que, si lograba despertar, era posible que no pudiera recordar nada.
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Despertó del coma con los recuerdos de otra persona
Pasaron tres semanas de angustia para la familia de Kabeja, pero él finalmente despertó. Contrario a lo que los médicos habían advertido, el hombre de 29 años tenía recuerdos bastante lucidos y detallados, el problema es que no eran suyos. Según recuerda el mismo Alpha Kabeja en el testimonio que plasmó en su página web, despertó sabiendo quién era, pero con una vida completamente diferente.
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"Uno de los recuerdos que tenía era que estaba esperando gemelos con mi novia de entonces. Recordaba haber guardado la foto de la ecografía en uno de mis libros", aseguró. Pero eso no era todo, el hombre no solo estaba convencido de que próximamente sería padre de gemelos, sino que tenía el recuerdo detallado de haber guardado una ecografía en un cuaderno lleno de ideas para canciones y que ya había elegido los nombres de los bebés: Sky y Nikita.
También recordaba que había tenido una entrevista de trabajo en el MI6 (la agencia de inteligencia británica) con un asistente del director de operaciones llamado Michael Mitchells. En su mente, trabajaba allí y era alguien importante, tenía incluso un jet privado. "En mi mente, el accidente no ocurrió como realmente ocurrió. Pensé que volvía de una entrevista de trabajo con el servicio secreto. Creía que el puesto era mío: ¡Director de Operaciones del MI5! Al despertar, se lo conté al mundo. Lo creí todo, así que los demás también lo aceptaron".
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¿Cómo se dio cuenta que no era real?
Durante seis meses, defendió esa versión de su vida y nadie en su círculo más cercano lo contradijo. “No me cuestionaban, ¡simplemente me dejaban seguir adelante!”, dice ahora entre risas. Pero con el tiempo, pequeñas inconsistencias comenzaron a hacer mella en su certeza. Llamó directamente a las oficinas del MI6 para confirmar detalles de aquella supuesta entrevista y se enteró de que el 1 de enero la oficina estaba cerrada. Ese fue el punto de inflexión que lo hizo darse cuenta que aquello que recordaba con tanta seguridad, tal vez no era real.
¿Por qué ocurre esto?
La explicación, según los neurocientíficos, radica en el proceso de restauración de la identidad que atraviesa el cerebro tras un trauma severo. La doctora Julia Shaw, experta en memoria de la Universidad South Bank de Londres explicó que: “Al despertar, tu cerebro intenta reconectar piezas porque intenta recuperar esa sensación de ti mismo, esa sensación de memoria, esa sensación de historia. Y en ese proceso de recuperación y, en esencia, de sanación, puedes establecer conexiones de maneras fantásticas e imposibles”.
Dicho de otra forma: cuando el cerebro se ve ante un vacío de memoria, intenta rellenar esos huecos, pero no lo hace de forma aleatoria, sino usando lo que tiene a la mano. Pueden ser películas, sueños, deseos, experiencias previas, pedazos de conversaciones. Es una forma de reconstruir la narrativa del yo. En el caso de Alpha, los retazos que su mente tejió le dieron una identidad momentáneamente ficticia, pero coherente. Un hombre con propósito, con familia, con éxito profesional.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL