En declaraciones a Radio Carve, Eleuterio Fernández Huidobro aseguró que la inserción en la sociedad de estos hombres -cuatro sirios, un tunecino y un palestino-, cuyo traslado forma parte del programa de cierre del penal adoptado por el presidente estadounidense, Barack Obama, "va a ser como la que hicieron nuestros padres y abuelos cuando llegaron acá, perseguidos por la miseria y la guerra".
Desde hace unos meses, Uruguay y Estados Unidos negociaban la llegada a ese país suramericano de estos prisioneros de Guantánamo, una cárcel para acusados de terrorismo situada en la base que EE.UU. tienen en territorio cubano.
"Uruguay es un país de inmigrantes. Van a tener que conseguir un trabajo, y si quieren traer a sus familias, podrán hacerlo", agregó el ministro.
El 58% de los uruguayos rechazaba en una encuesta en octubre este traslado, un compromiso adoptado por el mandatario de Uruguay, José Mujica, en su última reunión con Obama en marzo pasado.
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Respecto al supuesto peligro de que estos exreclusos podrían ocasionar en la sociedad, el titular de Defensa opinó que no es bueno "estigmatizar". "Parece que desconociéramos nuestra propia historia", añadió.
Mujica se comprometió con Obama a ofrecer la "hospitalidad" de su país "para seres humanos que sufrían un atroz secuestro en Guantánamo", según explicó en una carta pública el pasado viernes, en la que añadía que la razón "ineludible", era "humanitaria".
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Ahora, y a juicio de Fernández Huidobro, "van a poder vivir en paz, sentarse en una tribuna del estadio y hacerse hincha de algún cuadro".
Cinco de los trasladados son sometidos a chequeo médico en el Hospital Militar de Montevideo, mientras que el sexto lo hace en el Hospital Maciel.
En este sentido, el ministro destacó que todos "están bien" y confirmo que están siendo sometidos a revisiones médicas, motivo por el que aún no andan "por las calles de Montevideo, caminando como cualquier hijo de vecino".
Con respecto al exprisionero sirio de 43 años que estuvo en huelga de hambre en protesta por su prolongada detención indefinida sin juicio y que mantiene una disputa judicial en EE.UU. sobre los métodos de alimentación forzada en la prisión, ya empezó a comer y "en muy pocas horas va a salir del Hospital Militar y se va" a hacer "vida común y corriente", afirmó el ministro.
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Estos reclusos, contra los que nunca se presentaron cargos, son considerados de bajo perfil y riesgo por EE. UU., por lo que el ministro aseguró que la sospecha de que pudieran integrar células terroristas es "tamaño disparate", ya que la nación norteamericana firmó un documento que dice que "no tuvieron nada que ver con nada" y Uruguay hizo las investigaciones "que se tenían que hacer".
Esta transferencia a Uruguay deja a Guantánamo con 136 presos, de los que 67 ya han sido aprobados para ser transferidos, 59 están en revisión para determinar si pueden ser liberados y únicamente 10 afrontan cargos, fueron acusados formalmente o cumplen sentencias.
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