Desde Riad, la capital saudí, ordenaron suspender las transacciones comerciales entre países.
El reino saudito dio 24 horas al diplomático canadiense para abandonar el país y llamó a consultas a su embajador en Canadá.
Canadá reaccionó a la decisión saudita diciendo que está “seriamente preocupado” después de que la embajada canadiense pidiera la liberación de defensores de los derechos humanos encarcelados el país árabe.
El reino de Arabia Saudita "no aceptará injerencias en sus asuntos internos", declaró el ministerio saudita de Relaciones Exteriores en Twitter, reflejando así la firmeza del príncipe heredero Mohamed bin Salmán en materia de política extranjera.
Riad anunció, además, que iba a "congelar nuevas transacciones relacionadas con el comercio y las inversiones" con Canadá.
La embajada canadiense se había mostrado "gravemente preocupada" por una nueva ola de arrestos de militantes pro derechos humanos en el reino.
"Pedimos a las autoridades sauditas que los liberen inmediatamente, así como a todos los demás activistas pacíficos pro derechos humanos", había declarado la embajada el viernes en un comunicado publicado en Twitter.
El ministerio saudita de Relaciones Exteriores expresó su reprobación respecto al comunicado de la embajada.
"Es muy lamentable que las palabras 'liberación inmediata' figuren en el comunicado canadiense", declaró el ministerio. "Es inaceptable en las relaciones entre los dos países".
El 2 de agosto, la jefa de la diplomacia canadiense, Chrystia Freeland, se mostró "muy alarmada tras aprender el encarcelamiento de Samar Badaui", una militante a favor de la igualdad entre hombre y mujeres, detenida la semana pasada junto con su colega Nasima al Sadah.
"Insulto al islam"
Samar Badaui recibió el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje 2012, concedido por el departamento de Estado estadounidense.
Hizo campaña por la liberación de su hermano, Raef al Badaui, un bloguero disidente, y por la de Walid Abu al Jair, su exmarido.
El ciudadano saudita Raef al Badaui está en prisión desde 2012 por declaraciones hechas en su blog. En noviembre de 2014, se le condenó a 10 años de cárcel y 1.000 latigazos por "insulto al islam".
La esposa de Raef al Badaui, Ensaf Haidar, está instalada en Quebec con sus tres hijos desde finales de 2013.
En abril, el primer ministro canadiense había compartido con el príncipe saudita "sus preocupaciones importantes y constantes" sobre el bloguero encarcelado.
Los arrestos de Samar Badaui y su colega ocurrieron unas semanas después de las detenciones de militantes de los derechos humanos acusadas de atentar contra la seguridad nacional y de colaborar con los enemigos del Estado.
Algunas de ellas fueron liberadas desde entonces.
Al igual que Badaui, Nasima al Sadah lleva años enfrentándose al sistema de tutela saudita que pone a la mujer bajo la autoridad del hombre cuando ésta quiere estudiar, viajar o casarse.
El joven príncipe heredero introdujo recientemente una serie de reformas como la autorización de conducir para las mujeres, que buscan mejorar la imagen ultraconservadora del reino.
En paralelo, el dirigente de 32 años lleva a cabo una política extranjera agresiva, llamando por ejemplo a ejercer un embargo contra su vecino Catar o a bombardear a los rebeldes hutíes aliados de su rival Irán en Yemen, al tiempo que impide cualquier forma de oposición en Arabia Saudita.
"Es más sencillo romper los vínculos con Canadá que con los demás" países, explica Bessma Momani, de la Universidad de Waterloo en Canadá.
"No hay vínculos comerciales sólidos, y atacar al gobierno Trudeau puede tener cierto impacto con los aliados regionales belicistas de la región. Los miles de estudiantes sauditas en Canadá podrían, por su parte, pagar las consecuencias", añade.
Updated: agosto 06, 2018 08:34 a. m.