El hombre pidió permiso a la dueña equivocada para practicar eutanasia a la mascota. Después les mandó una placa y un adorno navideño como disculpa.
Andrea Martínez contó la triste historia en su perfil de Facebook. Describió que llevaron a su perro Ziggy a una clínica veterinaria en Utah, EE. UU., porque “su respiración se volvió rara”.
El profesional que los atendió recomendó someterlo a cirugía, lo que la familia aceptó.
Según la versión del centro médico, el veterinario llamó a la familia para informar que la cirugía iba a requerir “mucho más trabajo y dinero de lo que esperaban”, por lo que debía saber si continuaba con el procedimiento o lo sometía a eutanasia.
El hombre afirmó que quien respondió la llamada tomó la segunda opción, así que lo sacrificó. Sin embargo, Martínez contó en su publicación que nunca recibió ese aviso.
La mujer contó que la llamaron para informarle el deceso de Ziggy, pero cuando quedó sin habla, el médico notó que había consultado a la persona equivocada la primera vez.
Según el veterinario, había otro perro con el mismo nombre, así que recibió la aprobación de otra familia.
Después de eso, el hombre llamó varias veces a pedir disculpas, mandó una placa con la huella de Ziggy y un adorno navideño en honor a la mascota, pero el daño ya era irreparable.
Updated: diciembre 15, 2019 07:02 p. m.