Se trata de Juan Carlos Aguilar, de 47 años, quien en 1997 apareció en emisoras de radio, periódicos y televisiones como primer monje shaolín occidental, tras haber sido campeón del mundo de formas y armas de kung-fu.
Aguilar confesó este domingo a la Policía que la pasada semana asesinó a una mujer, informaron fuentes de la investigación.
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La Policía regional del País Vasco le detuvo el domingo en su gimnasio de artes marciales, donde fue hallado junto a una mujer que había sido brutalmente agredida y que fue encontrada con ataduras en manos, pies y cuello.
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La víctima, una prostituta nigeriana de 29 años, está ingresada en estado de coma en un hospital de Bilbao.
Tras la detención de Aguilar, los policías revisaron el gimnasio y encontraron restos óseos de los que se indaga su procedencia, aunque fuentes de la investigación explicaron que los indicios apuntan a que se trata de restos humanos.
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Los agentes habían sido llamados por un testigo que a primeras horas de la tarde del domingo habían observado que una mujer era obligada a entrar en el local del gimnasio.
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Los policías que acudieron tuvieron que abrir la puerta del local con mazas para acceder al interior, donde encontraron inconsciente a la víctima.
Los investigadores buscaron también restos en la ría de Bilbao y registraron la vivienda del arrestado y el gimnasio, así como otros lugares en los que estuvo el detenido las últimas horas, en busca de pruebas que ayuden a aclarar este caso, del que se ha decretado el secreto de sumario.
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Los policías se han incautado de los contenedores de residuos urbanos situados en la zona del gimnasio por si hubiera en ellos elementos relacionados con el caso y también se han separado en el vertedero de Bilbao las basuras provenientes de esta céntrica zona para ser estudiadas "una a una", dijo el subdirector de la Policía vasca Lucio Cobos.
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"Hay un amplio dispositivo por diferentes puntos de Bilbao, también con perros, para tratar de encontrar más restos", añadió.
El detenido tiene antecedentes policiales, pero no tienen "nada que ver con este tipo de hechos", y la Policía trata de confirmar si seguía o no algún tratamiento por problemas psicológicos.