El relato de un joven que aseguró ser víctima de un ataque homófobo, que dijo que 8 encapuchados lo abordaron en un barrio de Madrid y le escribieron la palabra “maricón” en el glúteo con un cuchillo, indignó a las autoridades de España y a los colectivos LGBTI de diferentes partes del mundo.
Las autoridades de Madrid, de inmediato, iniciaron las investigaciones para dar con el paradero de los supuestos atacantes, que además -según contó- lo golpearon e insultaron por su orientación sexual.
Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al conocer que los videos de las cámaras de seguridad de la zona no captaron nada, que ninguna persona fue testigo del hecho y que la propietaria de un bar, en el que la víctima aseguró haber estado, confesó que no lo vio.
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Por lo anterior, decidieron volver a tomarle la declaración al joven de 20 años.
SegúnEl País , la supuesta víctima cambió la versión inicial y confesó que el acto “fue consentido en la casa de una persona con la que mantuve una relación sexual”.
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El Ministerio del Interior de España envió un comunicado en el que se refiere a las investigaciones sobre ese hecho.
“En la tarde de hoy, y gracias al trabajo de la Policía Nacional, el joven que el domingo denunció una agresión en el barrio de Malasaña de Madrid ha decidido rectificar su declaración inicial y ha declarado que las lesiones inicialmente denuncias fueron consentidas. Esta declaración se produce sin perjuicio del desarrollo de las investigaciones y del procedimiento judicial”, afirmó esa cartera.
Ola de reacciones
La declaración del joven fue tan impactante que hasta el mismo Pedro Sánchez , presidente del Gobierno de España, condenó en su cuenta de Twitter el supuesto ataque homófobo.
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Además, convocó a reuniones que tenían como objetivo generar estrategias para detener la violencia contra esa población. Aunque se conoció que el ataque fue falso, los procesos judiciales siguen en pie.