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Una mujer de 59 años fue diagnosticada inicialmente con una infección urinaria por sus síntomas, pero en realidad padecía un cáncer de páncreas en etapa 4. Este caso, ocurrido en Reino Unido, dejó en evidencia la dificultad de identificar esta enfermedad en sus fases iniciales debido a que sus signos suelen confundirse con afecciones comunes.
Fue en abril de 2024, cuando Laura Nixon, residente de Windsor (Berkshire), presentó intensos dolores abdominales y recibió un diagnóstico inicial de colitis ulcerosa. Pese al tratamiento que le medicaron, el dolor persistió durante meses, por lo que luego decidió acudir de nuevo al hospital en el que le indicaron que se trataba de una infección del tracto urinario (ITU).
Pese a que le recetaron antibióticos, diez días después no mostraba mejoría y asistió a una nueva consulta en la que el diagnostico no varió: al parecer se trataba de una nueva infección urinaria y debía iniciar un nuevo ciclo de medicación.
Según cuenta, Laura asumió que para ese momento los médicos ya habían descartado algo más grave, porque le habían hecho cirugías previas y pensaba que ya le habían buscado marcadores de cáncer en los exámenes.
Debido al dolor constante, con el pasar de los días Nixon acudió nuevamente a un servicio de urgencias, donde le informaron que debía esperar para realizarse una tomografía, pero ante la demora decidió consultar con su médico de cabecera antes de un viaje programado.
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El especialista le ordenó de inmediato una ecografía de colon y ese mismo día recibió la noticia: tenía cáncer de páncreas en etapa 4. Además, del devastador diagnóstico, los médicos le informaron que su expectativa de vida era de cinco años.
“Creo que nunca lo he asimilado. Me acuesto por la noche y pienso que, si me despierto por la mañana, es una ventaja”, comenta la mujer.
Tras recibir la confirmación de cáncer, Nixon comenzó a investigar sobre su condición y dudó que pudiera sobrevivir durante cinco años, como lo habían dicho lo médicos. Creía que su expectativa de vida era apenas de meses. "Investigué sobre la condición y el tamaño del tumor y pensé que serían más bien tres meses, de ninguna manera cinco años", explicó.
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Aunque la primera sesión de quimioterapia en el sistema de salud británico (NHS) estaba prevista para finales de agosto, ella decidió buscar otras opciones en el extranjero y optó por viajar a Alemania para someterse a un procedimiento alternativo llamado quimioembolización transarterial, que consiste en bloquear el suministro de oxígeno y nutrientes al tumor para frenar su crecimiento.
El costo del tratamiento ascendió a 60.000 libras esterlinas, financiadas en gran parte con los ahorros de toda la vida de su madre. “Le pedí el dinero a mi madre y ella perdió todos sus ahorros para pagar este tratamiento”, afirmó. Además, comenzó a recaudar fondos a través de la plataforma GoFundMe.
Según contó, el plan médico incluye dos semanas y media en Frankfurt y dos semanas adicionales en Múnich para aplicar terapias en los pulmones y una intervención en el hígado. Dice que especialista afirman que este tratamiento paliativo podría darle entre un 40 % y un 60 % de posibilidades de vivir al menos dos años más.
El cáncer de páncreas es uno de los más difíciles de detectar en fases tempranas, ya que, según Mayo Clinic, el cáncer de páncreas a menudo no presenta síntomas en etapas tempranas y tiende a detectarse cuando ya se ha avanzado. Los signos más frecuentes incluyen:
Estas manifestaciones también son destacadas en otras instituciones. The Ohio-based Cleveland Clinic incluye entre los síntomas: náuseas, hinchazón, fatiga e ictericia además de la misma pérdida de apetito.