Marcela Martínez, una madre que lleva 12 años buscando a su hija Zarlet tras su secuestro en Bolivia, ha sido premiada por el Departamento de Estado de EE. UU. por su valiente lucha contra la trata de personas. A pesar del galardón, Martínez continúa enfrentando un arduo proceso de búsqueda, con pruebas de vida esporádicas y numerosos desafíos.
Premio del Departamento de Estado
Marcela Martínez recibió un prestigioso reconocimiento del Departamento de Estado de EE. UU. por su dedicación en la lucha contra la trata de personas. En sus palabras, Martínez expresó: “Es un premio o reconocimiento que me vuelve a llenar de compromiso para continuar con esta lucha". Este galardón destaca su incansable esfuerzo en la búsqueda de su hija y su trabajo para ayudar a otras víctimas de trata.
Historia del secuestro
Zarlet Martínez, entonces de 17 años, desapareció el 4 de junio de 2012 mientras se dirigía a la universidad en La Paz, Bolivia. Su madre ha estado buscándola desde entonces, conociendo que la joven fue secuestrada en Cochabamba.
“Alguien pagó para que secuestren a Zarlet desde Cochabamba. Posteriormente a su secuestro, unos cuantos años después, ella fue entregada en calidad de custodia al Ejército de Liberación Nacional y lo que pude constatar es que la mayor parte de los que integran esta fuerza irregular tiene doble nacionalidad, tienen nacionalidad colombiana y también venezolana”, afirmó Martínez.
Y agregó: "Es público y está en las noticias que, por ejemplo, el Ejército de Liberación Nacional apoya incondicionalmente al dictador (Nicolás) Maduro y esta es la misma estructura criminal tanto de narcotráfico como de trata de personas".
Evidencias y pruebas de vida
Martínez ha logrado obtener algunas pruebas de vida de su hija durante su búsqueda. En 2019, vio a Zarlet viva en la frontera entre Colombia y Venezuela. Sin embargo, la última prueba de vida que recibió fue esa y lamenta no haber podido obtener más pruebas desde entonces.
Creación de la organización Zarlet
Motivada por su experiencia personal, Marcela Martínez fundó la organización Zarlet para asistir a otras familias afectadas por la trata de personas. Su trabajo ha permitido descubrir y entender el modus operandi de las redes criminales involucradas en la trata.
Desafíos y planes futuros
Aunque el caso de Zarlet está cerrado en Bolivia, Martínez no se rinde. Planea regresar a su país para reabrir el caso con nuevas pruebas. Marcela no desfallece, aunque el caso esté cerrado en Bolivia, volverá a su país para reabrirlo con nuevas pruebas.
El reconocimiento del Departamento de Estado de EE. UU. subraya el valor del esfuerzo de Marcela Martínez en la lucha contra la trata de personas, a pesar de las dificultades personales que enfrenta. Su historia destaca la lucha continua por justicia y la resiliencia frente a la adversidad, mientras sigue trabajando para ayudar a otras víctimas y reabrir el caso de su hija.
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