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La Policía de Bélgica detectó a la mujer a bordo de un Porsche Boxster GTS y le impuso una multa con 4.000 euros.
El caso ocurrió en Namur, Bélgica, donde la mujer no pudo conciliar el sueño y, en vez de recurrir a métodos tradicionales para el insomnio, decidió nada más ni nada menos que subirse a su Porsche para dar un paseo nocturno.
Su método solo es cuestionable por el sencillo hecho de que estuvo a punto de alcanzar la velocidad máxima del auto deportivo, que son 280 km/h. La Policía se dio cuenta que la temeraria abuela desafiaba las carreteras a alta velocidad y la multó.
Fue llamada a declarar en juicio, donde aceptó que era ella quien conducía el sofisticado vehículo y su justificación fue: “no podía dormir y decidí dar un paseo para despejar la mente”. Además, reconoció que no era consciente de la velocidad que había alcanzado.
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La abuela, propietaria del vehículo, debe pagar 4.000 euros, multa que aceptó sin ningún problema diciendo que estaba de acuerdo.
Pese a la tranquilidad del juicio y su voluntad de cooperar, no podrá conducir durante los próximos tres meses.
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