
Neyiyerver Adrián León Rengel, uno de los más de 250 migrantes venezolanos que fueron enviados por el gobierno estadounidense a una prisión de máxima seguridad en El Salvador, ha presentado una demanda civil contra las autoridades de EE. UU., exigiendo una compensación de 1.3 millones de dólares por los graves daños sufridos.
León Rengel, un barbero de 27 años residente en Irving, Texas, denuncia haber sido víctima de abuso "físico, verbal y psicológico" durante los más de cuatro meses que estuvo recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador. Su caso, respaldado por la influyente Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), es el primero en salir a la luz pública de este grupo de migrantes venezolanos.
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La demanda interpuesta por León Rengel revela un patrón de engaño y violación al debido proceso. Según el documento, funcionarios federales le "mintieron" al asegurarle que sería enviado de regreso a su país de origen, Venezuela. Sin embargo, terminó en El Salvador, un país con el que no tiene ningún vínculo personal ni familiar.
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León Rengel había ingresado a EE. UU. utilizando la aplicación CBP One, una herramienta implementada por la administración Biden para facilitar la presentación de migrantes en la frontera. Además, había solicitado el Estatus de Protección Temporal (TPS), una medida humanitaria para ciudadanos de países afectados por conflictos o desastres.
El punto del asunto radica en que las autoridades estadounidenses lo identificaron "erróneamente" como miembro de la peligrosa pandilla venezolana Tren de Aragua. Bajo esta supuesta acusación, fue enviado a El Salvador invocando la controversial Ley de Enemigos Extranjeros, una prerrogativa utilizada por el gobierno de Donald Trump para la expulsión de venezolanos señalados de pertenecer a este grupo criminal.
¿Qué denuncia el migrante?
La denuncia de León Rengel describe condiciones "inhumanas y deplorables" dentro del CECOT. Relata haber estado recluido en una celda de apenas tres por tres metros junto a 18 o 19 detenidos venezolanos más, permaneciendo allí la mayoría de los días durante las 24 horas, con pocas o ninguna oportunidad de salir.
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Además de las precarias condiciones, León Rengel afirma haber sido brutalmente agredido por los guardias de seguridad de la prisión. La demanda detalla golpes "en su pecho y su estómago" con puños y bastones, e incluso una ocasión en la que fue llevado a una zona de la prisión sin cámaras para ser "brutalmente agredido".
Juan Proaño, director ejecutivo de LULAC, ha calificado la historia de Rengel como un "llamado de atención para todos los estadounidenses que creen en la promesa de la Constitución y el estado de derecho". Proaño enfatiza que el caso del señor Rengel es una "parodia de la justicia que merece la atención nacional", destacando la gravedad de lo sucedido.
Contexto del caso
El caso de Neyiyerver Adrián León Rengel no es aislado. Él forma parte de un grupo de más de 250 migrantes venezolanos que fueron enviados a El Salvador bajo circunstancias similares. Estas personas, en su mayoría sin antecedentes penales, pasaron meses incomunicadas, lo que organizaciones de derechos humanos han calificado como "desapariciones forzadas".
El Gobierno de Donald Trump fue quien acusó a estos migrantes de pertenecer al Tren de Aragua y llegó a un acuerdo con El Salvador para pagar alrededor de seis millones de dólares al año por su detención.
Anteriormente se anunció un acuerdo histórico entre Washington y Caracas para repatriar a estos migrantes de vuelta a Venezuela. Este pacto también incluyó la excarcelación de diez ciudadanos y residentes permanentes estadounidenses que se encontraban detenidos en Venezuela. León Rengel, de hecho, fue liberado la semana pasada y ya se encuentra de vuelta en su país de origen.
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EFE / MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL