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La historia de Ilona Kazik, una mujer de 32 años que soñó durante cinco años con convertirse en madre y murió tan solo unos días después de lograrlo, está estremeciendo al Reino Unido y al mundo. Lo que debía ser un parto programado y seguro terminó convertido en una tragedia luego de que los médicos ignoraran los síntomas de la embarazada.
Ilona murió 11 días después de dar a luz a su bebé, Anthony, sin haber podido siquiera cargarlo en sus brazos. Su caso revela una cadena de omisiones médicas que, según un forense, tuvieron “consecuencias de gran alcance”.
Horas antes del parto, Ilona acudió al Hospital Universitario de Luton y Dunstable con dolores de cabeza intensos, uno de los síntomas clásicos de preeclampsia. A pesar de que los médicos registraron presión arterial alta y alteraciones en su recuento de plaquetas, fue enviada a casa. Ilona regresó una segunda vez, alarmada porque el dolor persistía, pero nuevamente fue tranquilizada por los médicos y devuelta a su hogar con la indicación de que “todo estaba bien”.
La investigación posterior reveló que el personal médico la clasificó como paciente “de bajo riesgo”, a pesar de señales clínicas que exigían una reevaluación urgente.
“El hecho de no identificar a Ilona como paciente de alto riesgo y no comunicarlo fue una omisión con consecuencias de gran alcance”, señaló la forense Caroline Jones. Y eso no fue lo peor, en ese periodo incluso le administraron un medicamento contraindicado que elevó aún más su presión arterial.
El 14 de febrero de 2023, Ilona dio a luz mediante una cesárea programada. Ella y su esposo, Rafal, creían que por fin estaban cerca del sueño que habían perseguido por años.
Pero apenas horas después de la cirugía, Ilona comenzó a experimentar señales alarmantes: dolor de cabeza incapacitante, vómitos, visión borrosa y, finalmente, pérdida de la conciencia. Una tomografía confirmó lo peor: una hemorragia cerebral masiva, consecuencia de una preeclampsia no diagnosticada y agravada por la medicación inadecuada que recibió.
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Fue trasladada de urgencia al Hospital Addenbrooke, en Cambridge, donde los médicos concluyeron que no había nada por hacer. Su soporte vital se desconectó el 25 de febrero, cuando Anthony apenas tenía 11 días de nacido.
El esposo de Ilona, profundamente afectado, relató el desconcierto que vivió al confiar en la atención médica que ahora considera insuficiente. “Nos dijeron que todo estaba bien. Nunca nos advirtieron de ningún riesgo”, dijo. “No creo que pueda superar la pérdida de Ilona. Lo más difícil es que Antony crezca sin su mamá”.
La audiencia fue categórica sobre los errores en la atención médica que recibió antes del parto. Las autoridades señalaron que los médicos no documentaron la presión arterial severa, no la clasificaron como paciente de alto riesgo, administraron un medicamento contraindicado para mujeres con sospecha de preeclampsia.
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Aunque la forense aclaró que no puede afirmarse con certeza que la muerte habría sido evitada, sí señaló que el medicamento administrado “probablemente contribuyó” a la hemorragia.
La preeclampsia afecta a miles de mujeres en todo el mundo y sus primeros signos suelen ser:
Sin un diagnóstico oportuno, puede evolucionar hacia convulsiones, falla orgánica y hemorragias cerebrales, como ocurrió con Ilona.
Para la abogada de negligencia médica Daniella Gregory, este caso es un llamado urgente: “La hipertensión durante el embarazo es increíblemente grave. Es vital hacer seguimiento y dar el tratamiento adecuado. Lamentablemente, estas lecciones llegan demasiado tarde para Ilona”.
El director ejecutivo del Bedfordshire Hospitals NHS Foundation Trust, David Carter, expresó condolencias y reconoció fallos:
“La muerte de Ilona fue devastadora. Ya se han implementado cambios importantes y seguiremos fortaleciendo la seguridad en maternidad”. Sin embargo, para la familia, la promesa llega tarde. Su abogado advierte que este caso muestra que los errores médicos en el embarazo no son solo fallos clínicos: son tragedias humanas.
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*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Noticias Caracol.