"Nuestros enemigos son sus enemigos", dijo este miércoles 24 de julio el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un encendido discurso ante el Congreso de Estados Unidos, en el que defendió la guerra en Gaza , calificó a Irán de "eje del terror" y abogó por desradicalizar el enclave palestino.
Para su cuarto discurso ante el Congreso, un récord para un líder extranjero, Netanyahu fue acogido entre aplausos y vítores de los legisladores republicanos puestos en pie, mientras los demócratas, descontentos con su gestión de la guerra en Gaza, permanecían sentados.
"Para que triunfen las fuerzas de la civilización, Estados Unidos e Israel deben permanecer unidos", dijo Netanyahu, cuya llegada a Washington armó un gran alboroto.
Cerca del Congreso miles de manifestantes protestaron, algunos de ellos con banderas palestinas, y en el interior de la Cámara de Representantes cinco personas fueron detenidas porque "interrumpieron" el discurso, escribió en X la Policía del Capitolio.
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"Idiotas útiles", asegura Netanyahu
El dirigente tenía en el punto de mira a Irán, el enemigo por antonomasia de Israel.
Tachó a los manifestantes favorables de "idiotas útiles de Irán" y estimó que su país, Estados Unidos y el mundo árabe están amenazados por el "eje del terror" de la república islámica.
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"Esto no es un choque de civilizaciones. Es un choque entre barbarie y civilización", defendió. "Nuestros enemigos son sus enemigos, nuestra lucha es su lucha y nuestra victoria será su victoria", insistió a los congresistas.
Aprovechó el discurso para intentar ejercer presión sobre su principal aliado, con quien mantiene relaciones tensas después de más de nueve meses de guerra en Gaza contra Hamás.
El conflicto estalló el 7 de octubre con el ataque de Hamás contra el sur de Israel, en el que comandos islamistas mataron a 1.197 personas y secuestraron a otras 251, según datos israelíes.
La ofensiva de represalia israelí ha dejado más de 39.000 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás, un saldo a menudo criticado por el presidente estadounidense, Joe Biden.
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Su administración llegó a suspender la entrega de ciertos tipos de bombas e insiste en que Israel debe proteger más a los civiles y permitir la entrada de ayuda humanitaria.
Netanyahu instó a Estados Unidos a "acelerar la ayuda militar" para su ofensiva armada, pero la Casa Blanca lo presiona para que concluya un acuerdo de alto el fuego con Hamás, al que se oponen los miembros de extrema derecha del Gobierno israelí.
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Un funcionario estadounidense que pidió el anonimato afirmó que las negociaciones para una tregua y la liberación de rehenes se encuentran en sus "etapas finales".
Netanyahu agradeció a Biden "sus incansables esfuerzos en favor de los rehenes". Su ejército estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 44 de las cuales habrían muerto.
En un comunicado, el grupo Hamás acusó a Netanyahu de engañar a la opinión pública respecto a las negociaciones de tregua y reprochó al Congreso "darle una oportunidad para limpiar su imagen".
"El discurso de Netanyahu sobre esfuerzos más intensos para devolver a los rehenes es una mentira absoluta y engaña a la opinión pública israelí, estadounidense e internacional", afirmó.
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"Él es quien ha desbaratado todos los esfuerzos para terminar la guerra y cerrar un acuerdo para liberar a los prisioneros", agregó.
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"Desmilitarización"
Para Washington también es importante prepararse para la posguerra y existe una enorme brecha entre la administración Biden y el gobierno de Netanyahu sobre la perspectiva de crear un Estado palestino.
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Netanyahu dio pinceladas de cómo ve la posguerra. "Después de nuestra victoria, con la ayuda de los aliados regionales, la desmilitarización y desradicalización de Gaza puede conducir también a un futuro de seguridad, prosperidad y paz. Esa es mi visión para Gaza", expresó.
También aseguró que "hará todo lo que sea necesario para restablecer la seguridad en nuestra frontera norte", escenario de continuos enfrentamientos con el movimiento libanés Hezbolá, apoyado por Irán.
La visita tiene lugar en un momento de agitación política en Estados Unidos, con el intento de asesinato del expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, la retirada de Biden de la carrera por su reelección y la entrada en escena de la vicepresidenta Kamala Harris, que tiene casi garantizada la nominación demócrata para las elecciones de noviembre.
Netanyahu rindió tributo a Trump, con quien se reunirá el viernes en Florida.
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"Agradezco al presidente Trump por todo lo que ha hecho por Israel, desde reconocer la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán hasta hacer frente a la agresión de Irán, pasando por reconocer Jerusalén como nuestra capital y trasladar allí la embajada estadounidense", afirmó.