Agentes aseguran que su padre, señalado de ser narcotraficante, la usó de escudo para evitar ser detenido, pero la madre de la niña cuenta otra historia.
Durante el operativo, en mitad de la noche, una bala acabó con la vida de la pequeña. Pese a la versión de la Policía, la mamá de la menor afirma que “estábamos durmiendo, entraron disparando. Cuando les pedí que me mostraran la droga que supuestamente era de mi marido no pudieron mostraron nada”.
Las explicaciones del partido de gobierno, que defiende la política antidroga del presidente Rodrigo Duterte, parecen echarle leña al fuego: “esa mierd* sucede durante las operaciones, no hay nada que hacer”.
La polémica muerte ha sido la gota que derramó el vaso. Los filipinos están hartos de una política impuesta por la presidencia que ha dejado 6 mil muertos, muchos de forma extrajudicial, en los últimos tres años.
Amnistía Internacional asegura que la lucha antidrogas impulsada por Duterte ha normalizado las ejecuciones extrajudiciales. Por su parte, Naciones Unidas votará esta semana para decidir si abren una investigación por dicha política.
Updated: julio 09, 2019 03:03 p. m.