Otras 28 personas, en su mayoría civiles, resultaron heridas. En el acto fue usado un kamikaze, informó el grupo yihadista.
La explosión, ocurrida a primeras horas, causó ocho muertos y 28 heridos, "en su mayoría civiles", declaró a Najib Danish, portavoz del ministerio afgano del Interior.
Amaq, la agencia de propaganda del EI reivindicó el atentado que, dijo, fue cometido por un kamikaze y mató a "ocho soldados estadounidenses".
En las últimas semanas, Estados Unidos intensificó los ataques contra los combatientes del EI en Afganistán, con el objetivo de acabar con su presencia en el país e impedir que reciban a los yihadistas experimentados que huyen de Irak y Siria.
Entre los heridos hay tres soldados extranjeros, informó un comunicado de las Fuerzas Armadas estadounidenses bajo mandato de la OTAN en Afganistán.
"Su vida no corre peligro", aclaró el comunicado.
Los militares extranjeros circulaban en vehículos blindados de transporte de tropas (MRAP) cuando se produjo la explosión, según testimonios y vídeos divulgados por las redes sociales.
Al menos tres vehículos civiles y otros dos militares sufrieron destrozos por la explosión, que dejó un cráter en la carretera que pasa cerca de la embajada estadounidense.
La explosión pulverizó vitrinas y ventanas de los edificios aledaños, contaron testigos.
El atentado con coche bomba apuntó a "un convoy estadounidense que patrullaba cerca de la embajada estadounidense y el cuartel general de Resolute Support" (Apoyo Decidido), la operación de la OTAN en Afganistán, indicó una fuente de seguridad.
El ataque ocurre días después de que los talibanes anunciaran, el pasado viernes, el inicio de su "ofensiva de primavera" que este año llaman "Operación Mansuri" en homenaje a su fallecido líder, el mulá Ajtar Mansur.
"El principal objetivo de la Operación Mansuri serán las fuerzas extranjeras, sus infraestructuras militares y de información, y la eliminación de sus mercenarios locales", refiriéndose a los soldados y policías afganos, advirtieron los talibanes al anunciar la ofensiva.
"El enemigo va a ser golpeado, acechado, asesinado o capturado hasta que abandone su última posición", afirmaron.
Esta ofensiva marca el inicio de la temporada de combates, aunque en los últimos años los talibanes siguieron atacando a las tropas afganas durante la tradicional tregua invernal.
'Un año difícil'
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, declaró la semana pasada, durante una visita sorpresa a Kabul, que se esperaba "un nuevo año difícil" para las tropas afganas y extranjeras.
Mattis no se pronunció sobre el eventual envío de más tropas, como lo pide el general John Nicholson, comandante de las tropas estadounidenses y aliadas en Afganistán.
El domingo pasado, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró al diario alemán Welt am Sonntag que la Alianza estudiaba aumentar el efectivo de "Resolute Support".
El conflicto afgano es el más largo de la historia para Estados Unidos, que mantiene en Afganistán unos 8.400 militares junto a 5.000 de la OTAN.
Las tropas de la OTAN están en guerra en ese país desde 2001, tras el derrocamiento de los talibanes por su negativa a entregar a Osama bin Laden después de los ataques del 11 de septiembre.
Además de apoyar a las fuerzas policiales y militares afganas, los militares estadounidenses atacan con aviones y drones las posiciones de Al Qaida, de los talibanes y del grupo EI en Afganistán.
Desde fines de 2014, cuando se hizo efectivo el retiro de la mayoría de las fuerzas occidentales, el ejército afgano sufre el hostigamiento creciente de los talibanes.
Más de un tercio del territorio afgano escapa al control del gobierno central y Kabul sufre atentados casi cotidianos.
Updated: mayo 03, 2017 08:11 a. m.