Al menos cinco personas murieron y varias resultaron heridas en un atentado con bomba este miércoles frente al Ministerio de Exteriores en Kabul, capital de Afganistán, informaron a la agencia EFE fuentes del Gobierno de los talibanes.El ataque con bomba tuvo lugar hacia las 16.00 hora local (11.30 GMT) en la calle de acceso al Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó el portavoz del Ministerio, Hafiz Zia Ahmad Takel.Como resultado del atentado "fallecieron cinco civiles y varios resultaron heridos", agregó el portavoz, que condenó el ataque.Nisar Khan, un testigo ocular, dijo a EFE que había unos 15 cuerpos en el suelo instantes después de la explosión, sin indicar si se trataba de fallecidos o heridos y señaló que los talibanes evacuaron la zona.Imágenes posteriores al atentado compartidas en redes sociales muestran varios cuerpos inertes en el suelo, mientras varias personas de las proximidades acuden a socorrerlos.En otro vídeo aparecen un grupo numeroso de personas congregadas frente al hospital al que fueron trasladados los heridos, donde comprueban en una hoja en la pared el nombre de las víctimas de la explosión, según reveló el canal local Tolo News.El grupo yihadista Estado Islámico asumió la autoría del atentado con bomba frente al Ministerio de Exteriores en Kabul y afirmó que causó decenas de muertos y heridos.Los fundamentalistas mantienen una fuerte rivalidad con la formación terrorista, que emergió como una de las principales amenazas para la seguridad en Afganistán tras el ascenso al poder de los talibanes en agosto de 2021.Varias personas murieron el pasado 1 de enero, cuando un suicida del grupo yihadista penetró en la zona militar del aeropuerto de Kabul y se inmoló, aunque el Gobierno de los talibanes no aportó una cifra oficial de víctimas.Ante el aumento de este tipo de ataques reivindicados por el Estado Islámico, las fuerzas de seguridad afganas han intensificado el número de operaciones para desmantelar escondites del grupo yihadista por todo el país.
El precipitado avance de los talibanes desplazó a medio millón de personas en solo unas semanas en Afganistán. Este país está al borde de una crisis humanitaria, puesto que el retiro de la ayuda internacional y el congelamiento de fondos no sólo asfixian al régimen, sino también a la poblaciónLos afganos se agolpan todos los días en los bancos para poder retirar los 200 dólares a los que tienen derecho cada semana, pero no siempre tienen éxito, por ejemplo, Walid Ahmad ya lo ha intentado dos veces en los últimos siete días y no ha podido hacer el retiro del dinero.“Este problema está más relacionado con la comunidad internacional, que debe prestar atención a Afganistán. Es la gente la que sufre la nueva situación. Deben reconocer este gobierno como el gobierno de Afganistán porque bloquearon nuestro dinero", expresó Walid Ahmad Shirzad.La mitad de la población afgana vive en niveles de pobreza extrema y la situación se ha hecho aún más crítica desde que los talibanes tomaron el control del país.La ayuda internacional se detuvo y Estados Unidos congeló cerca de 9.500 millones de dólares pertenecientes al banco central afgano. Miles de personas han perdido su trabajo y la mayoría de empleados gubernamentales no reciben salario.“En el pasado la situación no fue tan mala. este era antes un país pacifico, musulmán y sincero", manfiestó Halila, ama de casa en Afganistán.Los mercadillos ambulantes se han multiplicado en la ciudad. Muchas familias se deshacen de sus pertenencias para poder comer, otros porque buscan abandonar el país.“No tengo trabajo. Así que viene aquí y empecé esta venta ambulante", expresó Hamidullah, vendedor de un bazar.Un parque era hasta hace poco uno de los sitios de recreación de Kabul, pero hoy sirve de refugio para cientos de familias que huyeron de los combates en diferentes regiones.Actualmente en Afganistán hay 3,5 millones de desplazados internos, 500.000 en las últimas semanas, que habitan en parques. El gran problema y preocupación que ha expresado parta gobierno del Emirato Islámico del Talibán es cómo regresarlos a casa antes de que empiece el invierno, que en este país es bastante fuerte.“Como ve, la situación es esta. La gente vive en medio de la mugre, no tienen techo", confesó un desplazado del norte de Afganistán.El régimen talibán enfrenta graves problemas, sin recursos, la crisis afecta especialmente a los niños, muchos de ellos enfermos y sin acceso a la educación.Por años fueron las principales víctimas de gobiernos corruptos que dejaron su suerte en manos de organizaciones internacionales, hoy ausentes en su mayoría. Miles de ellos tienen que mendigar para sobrevivir.El gran reto del Gobierno actual será gestionar estos problemas sociales, sin tener los medios económicos, ni el reconocimiento internacional que necesitan. Esto aumenta la ansiedad de millones de afganos que aseguran que son las principales víctimas.
Cuando los talibanes retomaron el poder en Afganistán prometieron respetar los derechos de las mujeres, pero con el paso de los días van dejando claro que su visión no ha cambiado.Una clase de quinto grado podría ser la última para las niñas del salón, pues el nuevo Gobierno talibán ha autorizado a los niños a reiniciar las clases de secundaria, mientras que las menores que cursan de sexto grado en adelante han tenido que quedarse en casa.“La mayoría de las alumnas que se han graduado de este colegio están trabajando en diferentes campos, tenemos doctoras, ingenieras, abogadas...” dijo la rectora de la escuela secundaria Tajzadeh Zadat.El gobierno ha anunciado que las mujeres podrán regresar una vez consigan separar los colegios femeninos de los masculinos, algo que ya existe en Afganistán, donde solo una mínima parte de los colegios son mixtos.Haleda es una profesora de educación física y su frustración es múltiple, ya que el Estado ha prohibido que las profesoras enseñen a niños varones que cursan secundaria, lo que pone al límite al sistema educativo afgano, en el que más del 85% del profesorado son mujeres.A la situación de Haleda se suma que su asignatura dejará de existir, pues los talibanes han prohibido que las mujeres practiquen deporte.“Ellos quieren mandar el mensaje de que las mujeres no deben trabajar, pero el derecho a laborar es de todos los musulmanes y de todas las mujeres. El islam no menciona que la mujer pertenece a la casa", expresó esta profesora de educación física.A medida que el estado talibán se consolida, va mostrando su verdadera cara, especialmente respecto a la participación de la mujer en la sociedad puesto que ellas no ocuparán cargos en el gobierno, como lo hacían hasta ahora.Los talibanes también cerraron el Ministerio de la Mujer para dar paso al ministerio que protege la virtud y lucha contra el pecado.La situación de las mujeres en Afganistán no solo es difícil por la llegada de los talibanes, la estructura familiar es extremadamente violenta. Las niñas son obligadas a casarse desde muy temprana edad, especialmente, en las áreas rurales. Miles de estas mujeres han intentado cambiar esta dinámica con su activismo, pero desafortunadamente muchas han tenido que dejar el país o están hoy escondidas.Una de ellas es Fauzia Sayedzadeh, que cambia de casa con frecuencia y la memoria de las amenazas y persecuciones están registradas en su celular.“Si nos quedamos en Afganistán, de nada habrán valido los logros alcanzados en estos años. Si queremos un futuro mejor tenemos que salir del país”, manifestó FauziaMuchas activistas temen que la situación será aún más difícil en el momento que nuevo gobierno reciba reconocimiento internacional, como lo está buscando.
Estados Unidos admitió que había cometido un "error" cuando lanzó un ataque con drones contra presuntos militantes del Estado Islámico en Kabul, el pasado 29 de agosto, en el que murieron a 10 civiles.Otras noticias: Presentadora, en el ojo del huracán por insinuar que feminicidios habrían sido causados por víctimasEl jefe del Comando Central de Estados Unidos, el general Kenneth McKenzie, dijo que el ataque tenía como objetivo una presunta operación del EI contra el aeropuerto de Kabul de la que la inteligencia estadounidense tenía una "certeza razonable".Sin embargo, "el ataque fue un error trágico", dijo McKenzie a los periodistas después de una investigación.Periodistas fueron torturados por talibanes durante cuatro horas y creyeron que no saldrían vivos
Este lunes iniciaron las audiencias en el Congreso de Estados Unidos contra la administración Biden por la estrepitosa salida de tropas militares en Afganistán. El secretario de Estado, Antony Blinken, estuvo por más de 5 horas en la Cámara de Representantes donde recibió la arremetida de republicanos y demócratas.Los rivales del gobierno de Biden aprovechan para cuestionarlo por la veloz recuperación del gobierno afgano por parte de los talibanes cuando Estados Unidos puso fin a su intervención militar de 20 años."Heredamos un plazo, no heredamos un plan", dijo Blinken.Después del acuerdo del expresidente Donald Trump de febrero de 2020 con los talibanes y la retirada de las tropas estadounidenses, el movimiento islamista se encontraba en la "posición militar más fuerte desde el 11 de septiembre", en alusión a los atentados de hace 20 años que provocaron la invasión de Afganistán y la guerra más larga de Estados Unidos, dijo Blinken.Blinken dijo que la administración estaba "fuertemente concentrada" en la seguridad de los estadounidenses y había estado "evaluando constantemente" el poder de permanencia del gobierno afgano respaldado por Occidente, "considerando múltiples escenarios"."Incluso los escenarios más pesimistas no predijeron que las fuerzas gubernamentales en Kabul colapsarían mientras las fuerzas estadounidenses permanecieran" en el país, dijo Blinken."No obstante, planificamos y pusimos en práctica una amplia gama de contingencias", agregó."La evacuación en sí misma fue un esfuerzo extraordinario, en las condiciones más difíciles imaginables, por parte de nuestros diplomáticos, militares y profesionales de inteligencia", señalo el secretario de Estado."Desastre absoluto" Los legisladores del opositor Partido Republicano describieron la operación como caótica y acusaron al presidente de abandonar a los estadounidenses a su suerte en Afganistán."Este fue un desastre absoluto y de proporciones épicas", dijo el representante Mike McCaul, el principal republicano del comité."Nunca pensé en mi vida que vería una rendición incondicional ante los talibanes", agregó.McCaul acusó al gobierno de Biden de "traicionar" a sus aliados afganos y afirmó que el gobierno talibán incluye figuras buscadas por Estados Unidos, entre ellas el nuevo ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani, cuyo arresto busca Washington por acusaciones de terrorismo."Ahora estamos a merced del reino de terror de los talibanes", dijo McCaul, y advirtió que impera el "oscuro velo de la ley de la sharia" mientras se restablece el trato draconiano hacia las mujeres.En ese sentido, Blinken pidió durante su comparecencia ante el Congreso que Pakistán que no reconozca al nuevo gobierno afgano hasta que los talibanes cumplan las expectativas de la comunidad internacional."Tenemos que insistir en que todos los países, incluido Pakistán, cumplan las expectativas que la comunidad internacional tiene sobre lo que se exige a un gobierno dirigido por los talibanes, si quiere recibir algún tipo de legitimidad o apoyo", declaró Blinken.Los republicanos señalaron que el acuerdo del año pasado con los talibanes, firmado en presencia del predecesor de Blinken, Mike Pompeo, había establecido condiciones para la retirada."No se puede culpar a la administración Trump por el fracaso", dijo el representante Greg Steube."Su gobierno estaba viendo en tiempo real desde la Casa Blanca lo que estaba sucediendo en Afganistán y no hizo absolutamente nada para detenerlo", dijo.Blinken dijo no obstante que los talibanes habían violado los términos del acuerdo de Trump con su "marcha implacable", incluso cuando el gobierno del entonces mandatario presionó al antiguo gobierno afgano para que liberara a los militantes islámicos."No iba a ser fácil" Estados Unidos y sus aliados evacuaron a 124.000 personas de Afganistán, en uno de los puentes aéreos más grandes de la historia.La Casa Blanca afirma que solo quedan unos 100 ciudadanos estadounidenses en Afganistán, que todos han sido contactados repetidamente por diplomáticos y que algunos se fueron después de la retirada, en línea con las promesas de los talibanes."No hay ninguna evidencia de que quedarse más tiempo hubiera hecho que las fuerzas de seguridad afganas o el Gobierno afgano fueran más resistentes o autosuficientes", dijo Blinken."Si 20 años y cientos de miles de millones de dólares en apoyo, equipo y capacitación no fueran suficientes, ¿por qué otro año, otros 5, otros 10?", inquirió.El representante demócrata Gregory Meeks, que encabezó el comité, acusó a los republicanos de haber guardado silencio cuando Trump y Pompeo aplicaron las mismas políticas en Afganistán."Desvincularnos de Afganistán nunca iba a ser fácil", dijo Meeks."Me gustaría escuchar cómo es exactamente una retirada sin problemas de una guerra desordenada y caótica de 20 años", agregó. "No creo que eso exista".
Los talibanes permitirán que las mujeres estudien en la universidad, siempre y cuando lo hagan separadas de los hombres, confirmó este domingo el ministro de Educación Superior del nuevo régimen afgano.Otras noticias: FBI desclasifica documentos inéditos de investigación sobre atentados del 11 de septiembre"Nuestros combatientes han asumido sus responsabilidades" al recuperar el poder, declaró Abdul Baqui Haqqani durante rueda de prensa en Kabul, en la que recalcó la importancia del sistema universitario.Occidente acusa a los talibanes de querer dejar de lado la educación."En adelante la responsabilidad de la reconstrucción del país recae en las universidades. Y tenemos esperanza, porque el número de universidades ha aumentado considerablemente" en comparación con la época del primer régimen talibán (1996-2001), insistió."Esto hace que seamos optimistas para el futuro, para construir un Afganistán próspero y autónomo (...) Debemos hacer un buen uso de estas universidades", añadió.También confirmó que el gobierno prohibirá las clases mixtas en las universidades, permitidas por el gobierno derrocado a mediados de agosto."No nos plantea ningún problema. Son musulmanes y lo aceptarán. Hemos decidido separar (hombres y mujeres) porque las clases mixtas son contrarias a los principios del islam y de nuestras tradiciones", dijo.Según él, la educación mixta fue impuesta por el gobierno prooccidental durante los últimos 20 años pese a que las universidades pedían clases separadas entre mujeres y hombres.Lea también: En medio del homenaje a las víctimas del 11 de septiembre, Joe Biden se refirió a AfganistánEl nuevo gobierno talibán anunció la semana pasada que permitiría a las mujeres estudiar en la universidad, bajo condiciones estrictas: que vistan un velo integral y en clases separadas de los hombres o divididas por una cortina si hay pocas chicas.El anuncio preocupa a algunas universidades, que afirman que no tienen medios materiales y financieros para adaptarse a la separación por sexo y que esto puede alentar a los estudiantes (acostumbrados a las clases mixtas) a irse del país para estudiar en el extranjero.También preocupa a la UNESCO, que estimó el viernes que el "inmenso" progreso logrado desde 2001 en la educación en Afganistán está en "peligro" con los talibanes y alertó de los riesgos de una "catástrofe generacional" que podría afectar al desarrollo del país "durante años".Vea, además: Periodistas fueron torturados por talibanes durante cuatro horas y creyeron que no saldrían vivos
Dos periodistas fueron torturados por talibanes porque cubrían en Kabul una manifestación para su periódico, pero su presencia molestó a los miembros del nuevo régimen, que los detuvieron durante cuatro horas y les dieron una brutal paliza.De regreso a la oficina, Taqi y Nematullah, altos, delgados y con una espesa cabellera negra, gimen de dolor y acceden a quitarse la ropa.Primero las camisas, empapadas de sudor, después los pantalones. Los presentes en la sala de redacción no pueden contener una exclamación de disgusto.Sus cuerpos, golpeados, están cubiertos de hematomas tan grandes que cubren toda la parte baja de la espalda en uno de ellos, el hombro completo en otro, y los muslos, en ambos casos.En Etilaat Roz (El día de la información), uno de los principales diarios afganos, vieron las huellas de cómo sus periodistas fueron torturados por talibanes. Taqi Daryabi, fotógrafo de 22 años, y Nematullah Naqdi, camarógrafo de 28, acudieron el miércoles 8 de septiembre por la mañana a cubrir una manifestación ante una comisaría de Kabul.Los combatientes talibanes, que patrullan la ciudad desde la toma de control de la capital por parte del movimiento islamista a mediados de agosto, se echaron encima de Nematullah en cuanto comenzó a grabar."Me dijeron que estaba totalmente prohibido filmar. Detenían a todos los que grababan, tomaban los teléfonos", narra.Niño afgano que se hizo viral por camiseta de plástico de Messi quiere huir de talibanes: "Sálvame"Con palos, cables y tubos, la forma como periodistas fueron torturados por talibanesLa manifestación acababa de comenzar. Solo algunas decenas de mujeres estaban presentes para defender su derecho a trabajar y estudiar, una de las reivindicaciones principales de las protestas antitalibanes que se celebraron en los últimos días en varias ciudades del país.Los talibanes intentaron arrebatar la cámara de Nematullah, él logró escapar y dársela discretamente a una manifestante. Pero los talibanes lo persiguieron y lo llevaron a la fuerza a la comisaría.Dentro, "los talibanes comenzaron a insultarme, a golpearme, darme patadas", recuerda.Después lo metieron en una habitación vacía y se cebaron con él. "Eran cuatro o cinco", cuenta. "Me ataron las manos a la espalda, me tumbaron en el suelo y me golpearon con palos, cables y tubos. Con todo lo que podían encontrar", describe."Gritaba, no paraba de decir que era periodista, pero no les importaba. Les daba igual. Me dieron patadas en la cabeza, me destrozaron la espalda... Duró unos 10 o 15 minutos. Creí que me mataban", recuerda.Nematullah fue finalmente llevado a una celda donde se hacinaban unas 15 personas. Se encontró con Taqi, detenido y golpeado de igual manera y en estado de choque, con la cabeza ensangrentada. "Estábamos tumbados en el suelo, me dolía tanto todo que no podía moverme", dice Taqi.Unas cuatro horas después, a primera hora de la tarde, luego de que los periodistas fueron torturados por talibanes los liberaron, les dieron sus teléfonos y los echaron fuera, insultándolos.Fusiles en mano, talibanes piden durante entrevista “no tener miedo”"Tienes suerte"Sus agresores no ocultaron que detestan a los periodistas. "Para ellos, somos enemigos", dice Taqi."Tras habernos golpeado, nos dijeron: '¿han entendido qué pasa cuando filman?'", cuenta Nematullah.A Taqi, que preguntó por qué les golpeaban, un talibán le respondió: "Tienes suerte de que no te hayamos decapitado".El gobierno talibán no hizo comentarios.El miércoles por la noche, los dirigentes afganos endurecieron el tono y anunciaron la prohibición de las manifestaciones "hasta nueva orden", tras haber pedido a los medios que no las cubrieran ni publicaran nada sobre ellas.Sin embargo, hay otras manifestaciones previstas, que serán una verdadera prueba para el nuevo régimen, que se comprometió a defender la libertad de expresión.Un gabinete sin mujeres, así es el Gobierno interino de los talibanes en AfganistánEn los últimos días, varias decenas de periodistas han sido golpeados, detenidos o se les ha impedido cubrir las manifestaciones. Se trata sobre todo de afganos, más que de reporteros extranjeros, según testigos."El discurso oficial no tiene nada que ver con la realidad que vemos en las calles", dice el director de Etilaat Roz, Zaki Daryabi, pidiendo a todos los medios que se unan para denunciar las violencias cometidas contra sus dos periodistas y de otros medios.¿Los talibanes pueden cambiar? Taqi hace una mueca de disgusto antes de contestar y muestra el moratón que le cubre la espalda: "Si quiere la respuesta, basta con mirar esto", dice.
Los talibanes no ceden en su lucha por conquistar el Valle del Panshir, el último bastión de la resistencia afgana. Un valle árido y estratégicamente situado en Afganistán, que se mantiene en pie como el último foco de resistencia al grupo, que persiste en su ofensiva.Una zona de la que el viernes, fuentes del grupo islamista aseguraron que tenían el control, pero la contraparte lo negó en voz del exvicepresidente Amrullah Saleh ese mismo día en la noche.“Estamos defendiendo nuestra patria y la resistencia continúa. El enemigo ha sufrido bajas y nosotros también”, manifestó Amrullah Saleh.El Valle del Panshir es la única de las 34 provincias que los talibanes no han podido conquistar en el país, del que tomaron el control el pasado 15 de agosto con su llegada a Kabul.Aún no hacen oficial su gobierno, pese a que llevan más de dos días anunciándolo, pero ya muestran cómo será la cotidianidad bajo su mando: ahora pintan de blanco y ponen mensajes religiosos en los murales donde antes habían muestras de arte.Aunque han prometido ser más inclusivos y flexibles, las mujeres en la capital siguen protestando de forma pacífica para recordarles a los talibanes que les respeten sus derechos.Podría interesarle: Niño afgano que se hizo viral por camiseta de plástico de Messi quiere huir de talibanes: "Sálvame"Manifestaciones que en este punto de la capital terminaron en enfrentamientos y graves denuncias de agresión.“Queríamos acercarnos a una antigua oficina del Gobierno para protestar, pero antes de que llegáramos allí los talibanes golpearon a las mujeres con pistolas eléctricas y usaron gases lacrimógenos contra ellas. También las golpearon en la cabeza con un cargador de arma y ellas quedaron ensangrentadas. No había nadie a quién preguntar por qué”, expresó Soraya, una manifestante.La incertidumbre ronda las calle de Kabul, largas filas se ven en bancos, ya que los ciudadanos tratan de sacar dinero, ese que ya escasea en medio del alza de los precios en la comida.
El niño afgano Murtaza Ahmadi, que saltó a la fama cuando en 2016 se hicieron virales unas fotografías en las que aparecía con una camiseta hecha con una bolsa de plástico con el nombre del futbolista Leo Messi y su número 10, se encuentra ahora oculto en Kabul por temor a posibles represalias de los talibanes.Youtuber afgana murió, junto a un hermano y un primo, en ataque a aeropuerto de KabulEl menor, que tiene ahora diez años, vive con su familia en un pequeño apartamento de la capital afgana a donde huyeron hace dos meses desde su aldea natal en la provincia meridional de Ghazni, escapando, también entonces, de los ataques talibanes.Sin embargo, no esperaban que poco tiempo después los islamistas lograran tomar el control de Kabul tras una ofensiva relámpago, capturando la capital el pasado 15 de agosto sin hallar ningún tipo de resistencia por parte de las fuerzas de seguridad afganas."Estoy atrapado en casa y no puedo salir porque tengo mucho miedo a los talibanes", dijo a EFE el joven Murtaza, que pertenece a la atacada minoría chií hazara, objetivo constante de ataques, sobre todo del grupo yihadista Estado Islámico (EI)."Quiero viajar a un lugar seguro desde Afganistán. Por favor, sálvame de esta situación", rogó el niño, que pidió ayuda a los futbolistas del mundo, en especial a Messi, para que pueda salir con su familia del país y "jugar al fútbol en paz".Algo que Murtaza no deja de hacer en ningún momento, aunque sea en el interior de su casa, una pasión por el balón que quedó clara desde que en 2016 fue fotografiado con una camiseta fabricada con una bolsa de plástico con las franjas azules y blancas de la selección argentina y el nombre de Messi y su número 10 pintado.Las amenazas al pequeño fan de MessiPero aquellas imágenes, que le permitieron conocer a su ídolo en persona en Catar, le han brindado más desgracias que alegrías, ya que su fama repentina trajo consigo amenazas de extremistas o incluso el miedo al posible secuestro del pequeño, al pensar muchos que la estrella argentina les había hecho una gran donación.El periplo del pequeño desde entonces le llevó incluso a Pakistán, donde llegaron a pedir asilo en Estados Unidos sin éxito, o a vivir en otras provincias afganas, incluida la propia Kabul, a donde huyeron por primera vez a toda prisa en 2018, dejando en casa el balón y las camisetas firmadas que le había regalado Messi.Pesadillas del 'Messi afgano'La familia del niño y el propio Murtaza aseguran que algunas veces, durante la noche, el joven despierta entre gritos por miedo a los insurgentes: "En mi sueño veo que los talibanes vienen, llaman a la puerta y me gritan".Después de que los talibanes tomaran el control total de Kabul el pasado 15 de agosto, y tras la retirada total de las fuerzas internacionales de Afganistán esta semana, con el fin también de los vuelos regulares de evacuación, la familia del niño teme ahora que los islamistas inicien registros "puerta por puerta"."¿Qué nos sucederá? Ya estábamos bajo amenaza", explicó a EFE Mahdia Ahmadi, una hermana del menor, de 22 años, quien detalló que cuando llegaron a Kabul hace dos meses, la ciudad era segura, e incluso tenían a policías y soldados que les protegían.ISIS-K, una amenaza en Afganistán: ¿qué es y por qué son más radicales que los talibanes?Ahora "no tenemos a nadie", y siempre que "llaman a la puerta, Murtaza piensa que son los talibanes y corre hacia mí o mi madre para esconderse", asegura la joven.Las amenazas impidieron incluso a Murtaza acudir a la escuela durante años, y ahora la familia solo desea abandonar el país para poder refugiarse en un lugar seguro lejos de unos talibanes que, según algunas denuncias, han empezado a tomar represalias.
Los talibanes celebraron la salida de las tropas de Estados Unidos y tomaron el control del aeropuerto de Kabul.Con tono triunfalista advirtieron que ese será el destino de cualquiera que intente invadir Afganistán, pero también enviaron un mensaje conciliador a la comunidad internacional.Fue un día de activa agenda mediática para las cabezas visibles de los talibanes. En una alocución televisada, el portavoz del grupo yihadista repitió el mensaje que quiere que resuene en el mundo.“Queremos buenas relaciones con todos los países y esperamos que no interfieran en nuestros asuntos. Estamos en proceso de reconstrucción y de unión. Nuestro mensaje es: ayúdenos en esto, cooperen políticamente con nosotros”, manifestó Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes.Tras la salida del último avión estadounidense, los talibanes tomaron el control del aeropuerto de Kabul e inspeccionaron aviones, helicópteros y equipos que quedaron dañados en la terminal aérea.Se supo que las tropas estadounidenses destruyeron más de 70 aviones y decenas de vehículos blindados antes de partir. Además, desactivaron las defensas aéreas que frustraron un intento de ataque con cohetes del grupo Estado Islámico en la víspera de su partida.Entre tanto, los talibanes enviaron refuerzos a Panjshir, la única provincia que ha resistido a su control. Allí se presentaron recientemente enfrentamientos con milicianos locales y al menos 7 personas resultaron muertas.