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El papa León XIV relajó el las normas del Vaticano sobre inversiones financieras, dejando atrás una reforma establecida por su predecesor, Francisco. Mediante un Motu Proprio, es decir, un cambio legal, el sumo pontífice anuló una directiva de Francisco de 2022, que otorgaba al Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el “banco del Vaticano”, la competencia exclusiva sobre la gestión de activos financieros y liquidez de la Santa Sede.
Francisco había impuesto esa reforma tras varios escándalos financieros, entre ellos una fallida operación inmobiliaria en Londres. El nuevo documento establece que las inversiones deben seguir la política financiera del Vaticano.
“Corresponsabilidad en la comunión es uno de los principios para el servicio de la curia romana, como quiso el papa Francisco y estableció en la constitución Apostólica Praedicate Evangelium, del 19 de marzo de 2022”, manifestó el papa en el Motu Propio firmado el 29 de septiembre.
Agregó el sumo pontífice que “esta responsabilidad compartida, que tiene que ver también con las instituciones curiales a las que le competen actividades de inversión financiera de la Santa Sede, requiere que se consoliden las disposiciones que se dieron en el tiempo y que sean bien definidos los roles y las competencias de cada institución, haciendo posible la convergencia de todos en una dinámica de mutua colaboración”.
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De acuerdo con el artículo 219 de la constitución apostólica Praedicate Evangelium, que reformó la curia romana, las inversiones “deben estar conformes a las disposiciones establecidas por el Comité para las Inversiones, en el respeto de la Política de inversión aprobada”.
En ese marco, el documento señala que “al determinar las actividades de inversión de la Santa Sede, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) por lo general hace uso efectivo de la estructura organizativa interna del IOR, a menos de que los órganos competentes, como establecido por los estatutos del Comité para las Inversiones, no consideren más eficiente o conveniente el recurso a intermediarios financieros establecidos en otros Estados".
La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), considerada el fondo soberano del Vaticano, debe usar en general el Banco del Vaticano.
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Sin embargo, se introduce una excepción: los organismos competentes pueden optar por intermediarios financieros extranjeros si consideran que es más eficiente o práctico, según el texto.
El Vaticano no explicó los motivos del cambio, pero León XIV afirmó previamente que las finanzas del Estado-ciudad no estaban tan comprometidas como se pensaba. “Algunos exageran sobre la situación financiera del Vaticano. No es la crisis que nos hicieron creer”, dijo en una entrevista reciente.
La situación “ha mejorado respecto a hace diez años”, gracias a las reformas de Francisco, añadió.
“El papa León parece indicar con este Motu Proprio que no hay una escasez grave de liquidez en la Santa Sede”, señaló Ed Condon, editor del sitio católico The Pillar.
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Además, León “parece confiar en que los departamentos del Vaticano pueden volver a gestionar sus propias inversiones como antes”, dijo Condon a la AFP.
CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
X: RojasCamo
Correo: wcrojasb@caracoltv.com.co
Instagram: Milografias
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ESTA NOTA TIENE INFORMACIÓN DE LA AGENCIA DE NOTICIAS AFP