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Pareja hondureña marcha a EE. UU. en busca de un milagro para su hijo de 6 años con cáncer

AFP

"Sí, hay cura", se repiten María Argentina Paz y Rodrigo Villanueva, que van con la caravana de migrantes. “Las esperanzas en Honduras son muy pocas”, afirman.

La esperanza por encontrar una cura para su hijo, Mery Sair, los alienta a seguir hacia territorio estadounidense a pesar de los peligros de la caminata.

"En Honduras solo lo mantienen con quimioterapia y pastillas, pero la enfermedad es progresiva porque no la han podido detener", cuenta Paz. En Estados Unidos "hay cura, han hecho investigaciones y ya lo están tratando y, sí, hay cura", señala esperanzada.

Aunque siguen creciendo, los tumores en el pie y brazo derecho de Mery Sair no le impiden caminar. Su tapabocas de diseños infantiles cubre casi todo su rostro. Por la enfermedad, ya perdió el ojo derecho.

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En su natal Omoa (norte de Honduras), su familia quedó a cargo de otros tres hijos de la pareja. El mayor de 9 años ya había sido sometido a una exitosa operación en el corazón hace un tiempo.

Atrás también dejaron la pobreza. "Solo alcanza para arroz, frijoles y la renta porque todo está caro, no puede uno. Entonces solo queda emigrar por la salud de él".

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Tras los tratamientos con quimioterapia, al niño "le dolía el estómago por el hambre y quiere comerse una manzana o un banano y uno no tiene dinero para poder comprar. Duele no poder" alimentarle, dice esta madre al borde del llanto.

Paz hacía limpieza en casas y su esposo actividades agrícolas "para poder sobrevivir, pero ni así uno puede sobrevivir".

Desahuciado

Para complicar la situación, los médicos hondureños lo desahuciaron. "Los doctores me dijeron que lo disfrutara el tiempo que le queda de vida, (...), que no saben si va a vivir días o meses", comenta con frustración.

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"Una parte fundamental [de migrar] es por nuestro hijo que está enfermo, y la enfermedad que tiene en nuestro país es muy difícil [de tratar], por la pobreza y porque está en etapa terminal", lamenta Villanueva.

Resignado, comentó que "las esperanzas en Honduras son muy pocas, entonces uno como padre tiene que estar hasta las últimas consecuencias con sus hijos y ver cómo puede uno puede ayudarlos y por eso hemos venido, arriesgando la vida y la de él".

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"Queremos disfrutarlo hasta el último momento y si Dios da oportunidad que se cure", puntualizó.

En contexto:

Veracruz incumplió con darles transporte a caravana migrante que viaja hacia EE. UU.

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