La nueva ley salió adelante con 266 votos a favor, 23 en contra y 20 abstenciones, mientras en la calle un centenar de personas se manifestaban contra esta disposición.
La muerte del pequeño de 4 años reabrió el debate sobre qué hacer con los miles de perros, unos 65.000 según el Ayuntamiento, que andan sueltos por las calles de la capital rumana.
Quienes se oponen al sacrificio de los animales proponen como alternativa la esterilización y adopción de los perros.
Ya en enero de 2012 se aprobó una ley que permitía a las autoridades locales matar a las decenas de miles de perros que viven en las calles del país balcánico.
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El Tribunal Constitucional anuló posteriormente esa norma, al entender que no incluía medidas cautelares, ya que los animales podían ser sacrificados inmediatamente después de su captura, sin dar tiempo a que alguien los reclamara.
La nueva ley ha de ser aún ratificada por el presidente, Traian Basescu, que siempre se ha manifestado a favor de esta medida.
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De hecho, en su época de alcalde de Bucarest, se sacrificaron unos 50.000 perros callejeros.
El problema de los perros asilvestrados comenzó en la época de la dictadura comunista, durante la que muchos rumanos fueron obligados a mudarse a las ciudades, donde acababan abandonando a los perros al no poder albergarlos en sus viviendas.
Bucarest